(Imagen:  Joaquín González Dorao )    Unos van por el ancho campo de la ambición           soberbia; otros, por el de la adulación servil y baja; otros, por el           de la hipocresía engañosa, y algunos, por el de la verdadera religión;           pero yo, inclinado de mi estrella, voy por la angosta senda de la           caballería andante, por cuyo ejercicio desprecio la hacienda; pero no           la honra. Yo he satisfecho agravios, enderezado tuertos, castigado           insolencias, vencido gigantes y atropellado vestiglos; yo soy           enamorado, no más de porque es forzoso que los caballeros andantes lo           sean; y siéndolo, no soy de los enamorados viciosos, sino de los platónicos           continentes. Mis intenciones siempre las enderezo a buenos fines, que           son de hacer bien a todos y mal a ninguno: si el que esto entiende, si           el que esto obra, si el que desto trata merece ser llamado bobo, díganlo           vuestras grandezas,..."  ...