"No decía palabras" de Luis Cernuda: comentario

 


1.- IDENTIFICACIÓN DEL TEXTO, DEL AUTOR Y CONTEXTUALIZACIÓN              

Este poema pertenece el libro Los placeres prohibidos (1931), situado en lo que muchos críticos denominan etapa de juventud del poeta sevillano Luis Cernuda. Tras una primera etapa de poesía pura y clasicista, con sus primeros libros Perfil del Aire y Egloga, elegía, oda, pasa a una etapa de liberación a través de la influencia del Surrealismo (en la que se sitúa este poema y el libro del que forma parte).  Posteriormente, en los años 34 y 35, su obra evolucionará hacia un neorromanticismo  más intenso, en el que es clara, explícita y muy perceptible la influencia de Bécquer (Donde habite el olvido) y de los románticos alemanes, sobre todo en cuando a su concepción del papel del poeta y la naturaleza de la poesía (Invocaciones).

Tras la Guerra Civil y ya en el exilio, su poesía se hará cada vez más depurada y conceptual, y el tema de España, el pasado perdido y la propia experiencia del exilio serán elementos recurrentes en una poesía que culminará con su última obra, Desolación de la quimera.

Cernuda forma parte de la nómina de la Generación del 27: como ellos, recibió el influjo personal y poético de Juan Ramón Jiménez, mantuvo lazos de amistad con varios de sus miembros (como Salinas en su etapa universitaria, Lorca o Aleixandre después, o Alberti ya en los años 30, con el que llegó a afiliarse al partido comunista), publicó en las revistas literarias que también frecuentaron el resto de estos poetas, y participó en los actos de homenaje a Góngora del Ateneo sevillano en el año 1927 que les dará nombre. Además, su poesía comparte uno de los principales rasgos de este grupo poético: la síntesis de la tradición y la vanguardia. Cernuda es un poeta muy influido por la tradición clásica (especialmente Garcilaso) en su primera etapa formalista, pero ahora, en esta etapa y en concreto en Los placeres prohibidos (y este poema) sintetiza la influencia romántica (especialmente perceptible en esa frustración e insatisfacción constante por unas ansias imposibles de alcanzar en la realidad, con la que chocan) con la vanguardia surrealista, cuyo influjo se nota en el uso del verso libre, la rebeldía contra lo establecido al reivindicar el amor homosexual y el uso de imágenes irracionales de corte intuitivo u onírico (aunque el Surrealismo de Cernuda es mucho más contenido que el de otros poetas).

Por otra parte, frisando el año 30 es algo generalizado en casi todos los poetas del 27 esa “rehumanización” de la poesía, tras el período de los años 20, en que la obra de todos ellos había sido en general más formalista (neopopularista, clasicista o se situaba en la línea de la búsqueda de la poesía pura, al estilo de Juan Ramón Jiménez, de acuerdo con las diferentes trayectorias individuales de cada poeta, en algunos aspectos bastante diferentes entre sí). Muy frecuentemente, como en Cernuda, esta rehumanización llega por influencia del Surrealismo, y así, por estos años otros poetas publican libros de influencia surrealista: Lorca su Poeta en Nueva York,  Alberti  Sobre los ángeles, y Aleixandre Espadas como labios o La destrucción o el amor,  

2.- ARGUMENTO, TEMAS Y ESTRUCTURAS

El poema expresa la imposibilidad de satisfacer el deseo, su naturaleza esencialmente carencial, en la que radica su misterio, porque va más allá de la carne y es imposible de colmar. En sus tres estrofas podemos diferenciar cuatro partes:

  1. La primera parte, la primera estrofa, donde un sujeto lírico del que seguramente se habla en 3ª personas inicia una búsqueda a través del cuerpo sin conocer la verdadera esencia del deseo, que es precisamente .la carencia, la ausencia, la imposibilidad de ser colmado (aspecto expresado a través de una serie de paradojas)
  2. En la segunda estrofa se expresa el sufrimiento (angustia) que el deseo provoca, que es algo físico, carnal, pero tiene también algo de búsqueda de un ideal, algo de espiritual, etéreo, intangible (surtidores del sueño, interrogación vuelta a las nubes)
  3. En la tercera parte (vv 12-18) se sugiere un encuentro erótico carnal homosexual, que trata de colmar ese deseo.
  4. Y en la última parte (los dos últimos versos) se expresa la frustración porque ese encuentro se queda en “una esperanza” que no logra colmar del todo ese deseo, confirmando lo que se decía al principio, que colmarlo es imposible. 

El poema presenta, por tanto, una estructura circular: todo lo expresado a lo largo de él confirma la misma idea que se enunció ya al principio, la imposibilidad de satisfacer el deseo. La estructura circular es por tanto importantísima para expresar esa frustración, esa imposibilidad de encontrar en la realidad satisfacción para el deseo (tras la búsqueda de esa satisfacción, volvemos a la situación inicial, por lo que esa búsqueda sigue siendo solo una esperanza, no una satisfacción plena)

Esta frustración, esa “angustia”, esa insatisfacción,  producida por el choque entre el deseo y lo que puede conseguir en la realidad es un tema y una actitud típicamente romántica, y  el aspecto central en toda la obra de Cernuda (de hecho, cuando en 1936 comenzó a recopilar sus obras completas, las tituló así, “La realidad y el deseo”), explicable en parte porque, debido a su condición de homosexual en una sociedad que no acepta eso, él viviría de forma especialmente dolorosa  e intensa el choque entre sus deseos y una realidad que los limita, los condena, los rechaza.

En muchas imágenes irracionales del poema (por ejemplo, las del deseo carnal pero que es también un ansia de algo más profundo e intangible, en la segunda estrofa) es perceptible la influencia del Surrealismo, importantísima para el cambio que se produce en la obra de Cernuda en estos, tras sus comienzos clasicistas, aunque es siempre el suyo un Surrealismo moderado, donde el irracionalismo no es tan pronunciado como en otros poetas de esta tendencia. Y elemento también del Surrealismo es la rebeldía implícita al reivindicar un amor homosexual que la sociedad burguesa tradicional rechazaba o marginaba.

Por último, en la última estrofa es perceptible otra de las influencias de la poesía de Cernuda: la filosofía platónica, que explica el amor a través del mito de los cuerpos que se separan en dos mitades que luego se buscarán para unirse y completarse, mito convertido en imágenes de los versos 14 a 18, que a Cernuda le sirven para dejar clara el carácter homosexual de la pasión amorosa que describe.

3. CARACTERÍSTICAS FORMALES

El poema no sigue ninguna regularidad métrica, sino que utiliza el verso libre (característico también del Surrealismo): estamos ante 20 versos, distribuidos en tres estrofas de 6, 5 y 9 versos, más de acuerdo con el contenido que por razones estrictamente formales. No hay por tanto regularidad métrica ni rima, y el ritmo se consigue por otros procedimientos basados en la repetición:

  • el paralelismo de los versos 5 y 6
  • la epifora de los versos 4, 5 y 6, 
  • las enumeraciones de estructura bimembre y repetitiva del verso 16, 
  • el paralelismo anafórico de los sintagmas enumerados en el verso 18. 
  • También hay recurrencias léxicas a lo largo del poema: de la antítesis pregunta, respuesta  (v 3 y 20), sueño (vv. 10, 16), carne (vv, 12, 17),  abrirse / se abra (vv.9-14), cuerpo (2, 14, 16) y por supuesto deseo (vv. 3 , 17, 20), importantísimas semánticamente, porque todas esas palabras son clave para su significado.

Todas estas recurrencias, aparte de contribuir al ritmo, subrayan determinados valores semánticos y son importantísimas para el significado del poema.

Encontramos también las enumeraciones asindéticas (vv.3-6, vv12-13. V 18), y son muy importantes las imágenes intuitivas e irracionales:

  • Las de la estrofa 1 son metáforas paradójicas para describir la naturaleza misma del deseo, que por definición va a ser imposible de colmar: pregunta cuya respuesta no existe, (imagen además destacada por el encabalgamiento), hoja cuya rama no existe, mundo cuyo cielo no existe.
  • En la segunda estrofa se personifica la angustia atravesando el cuerpo, en una serie de imágenes también irracionales en las que entre lo carnal se sugiere la búsqueda de otra cosa, más etérea e intangible (surtidores de sueño, interrogación vuelta a las nubes)
  • El encuentro amoroso se introduce a través de algunas imágenes metonímicas que sugieren su carácter casual y tal vez clandestino (un roce al paso, una mirada fugaz entre las sombras) y físico, mediante esa personificación de ese cuerpo que se abre en dos y que es el que desea (ávido de recibir en sí mismo otro cuerpo que sueñe). El encuentro sexual se describe mediante metáforas, en una enumeración de bimembraciones que remiten a la teoría platónica, y al carácter físico, erótico, de ese encuentro (carne y carne) que implica un deseo mutuo (sueño y sueño), mientras que la enumeración asindética y paralelística. del verso 18 deja clara la naturaleza homosexual de ese encuentro a través de la anáfora de iguales.

El conector concesivo aunque (v 19) que abre la última oración también subraya esa imposibilidad de colmar el deseo que el encuentro amoroso no ha logrado, volviendo así a la metáfora paradójica del principio ligeramente reformulada (de no existe a nadie sabe) que subraya ese “misterio” de la naturaleza misma del deseo.

ASÍ PUES, en este poema de Cernuda son perceptibles varias características de la Generación del 27:

  • El afán de experimentación y renovación de la lengua poética, que en este caso se produce mediante la introducción de novedades (por ejemplo, las imágenes irracionales o el uso de verso libre) que son influencia del Surrealismo.
  • El equilibrio entre rigor estético (o sea, la preocupación por la forma de la obra literaria) y el sentimiento: aunque esté escrito en 3ª persona (aspecto que en Cernuda podría, tal vez, responder en este caso más a cierto pudor que al afán de antisentimentalismo y deshumanización propio de las Vanguardias) en el poema se expresa una visión del deseo y el amor que responde a unos sentimientos humanos auténticos y profundos: el sentimiento de insatisfacción y frustración por el choque entre los deseos personales y la realidad, que vertebra toda la obra de Cernuda y que él mismo eligió como título para recopilar su obra a partir de 1934 (“La realidad y el deseo”). 
  • Además, dentro de la evolución conjunta de la Generación del 27, este poema se sitúa en la segunda etapa, la de los años 30, que algunos críticos denominan de “rehumanización” frente al formalismo de la primera (a la que pertenecían los dos poemas anteriores comentados: el neopopularista “La casada infiel” y el creacionista “Columpio”). Tras el afán de experimentación formal, deshumanización y antisentimentalismo de los años 20, la poesía, en esta época de crisis, vuelve a llenarse de contenidos humanos, de denuncia social en otros casos (como el Poeta en Nueva York, de Lorca) y de expresión de sentimientos propios y profundos como en el caso de La destrucción o el amor de Aleixandre, Sobre los ángeles de Alberti o este Los placeres prohibidos, de Cernuda. Y esta rehumanización se debe en gran medida a la mayor influencia que tiene en este período el Surrealismo, que, de entre todos los ismos, era el que defendía que el arte debía ser expresión de lo humano, concretamente, de lo más individual, profundo y auténtico del ser humano: su parte irracional, instintiva, intuitiva e ilógica, el subconsciente, que se sitúa al margen y a veces en conflicto con la moral burguesa y las convenciones sociales (como es el caso de Cernuda), y contra las cuales se rebela (y así, Cernuda en este libro reivindica de manera clara algo que esa sociedad burguesa rechazaba, despreciaba y condenaba: la homosexualidad).
  • La síntesis entre tradición y Vanguardia, que en Cernuda se da de manera personal y en cierto modo diferente a sus compañeros de Generación.
    • De la tradición Cernuda toma:
      • La influencia del Romanticismo español (especialmente Bécquer) y europeo; en este caso, perceptible en esa actitud de desacuerdo con el mundo y ese sentimiento de insatisfacción con una realidad que no llega a satisfacer los propios deseos o incluso choca con ellos. De hecho, en este poema el deseo aparece como algo que ningún encuentro erótico puede llegar a colmar o satisfacer realmente, porque el deseo implica algo más, intangíble, espiritual, etéreo, que lo convierte en imposible. 
      • También toma de la tradición esa concepción platónica del amor como unión de dos mitades que se completan mutuamente que aparece en la tercera estrofa.
    • De la vanguardia, en este caso toma la influencia del Surrealismo, claramente perceptible en algunos aspectos del poema:
      • El uso de imágenes irracionales para describir la imposibilidad de satisfacer el deseo (primera estrofa) o la angustia que supone, y su naturaleza carnal, física, pero también espiritual e intangible (segunda estrofa)
      • El uso de verso libre, aparentemente más similar a la prosa que al verso, en el que el ritmo se consigue por otros recursos, especialmente basados en als repeticiones, recurrencias, bimembraciones o enumeraciones.
      • La actitud de rebeldía frente lo establecido, en este caso, la sociedad burguesa y su moral convencional, a través de la reivindicación de un amor cuyo carácter homosexual y clandestino queda claro en la tercera estrofa.

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