La Celestina: fragmentos
Para conocer La Celestina, nada como leer La Celestina. Pero si no os atrevéis de momento con la obra entera, aquí os dejo una selección de fragmentos fundamentales de la genial obra de Fernando de Rojas:
- En primer lugar, aquí tenéis el Prólogo en el que Fernando de Rojas explica su intención al escribir la obra.
- Después, tenemos el comienzo de la obra: el encuentro (casi casi encontronazo) entre Calisto y Melibea, y la actitud y comportamiento de este al verse rechazado.
- Sin salirnos del primer acto, encontramos la descripción de Melibea por su enamorado y la sugerencia de los criados de que recurra a los servicios de una alcahueta: la astuta y elocuente vieja Celestina.
- Y en ese mismo primer Acto, aparece la descripción de la vieja por parte de Pármeno, el criado que tan bien la conoce y que en un principio es fiel a su amo y pretende avisarlo.
- Ya en el Acto III encontramos a Celestina de lleno en el negocio, poniendo en práctica la profesión de la que se jacta ser la mejor, mediante un conjuro demoníaco para lograr doblegar la voluntad de la esquiva y enérgica Melibea.
- En el Acto IV, Celestina va a la casa de la joven, animada por la seguridad que le da el conjuro,y se encuentra con su ira nada másmencionar el sufrimiento de su enamorado, Calisto. Pero además del conjuro,la vieja cuenta con otras armas no menos poderosas: la astucia y la elocuencia.
- Y así, en el acto X, aparece Melibea completamente transformada y ansiosa,esperando a la vieja para concertar un encuentro con Calisto, del que confiesa estar perdidamente enamorada. ¿Cómo se explica esto? Celestina lo tiene claro...
- Pero en el acto XII, justo tras el primer encuentro de los jóvenes amantes, comienza una sucesión de muertes de todos los implicados en el lío. La primera, cómo no, la de propia Celestina, víctima de su gran pasión: la codicia.
- En el acto XIX, los amantes siguen disfrutando de su amor, sin importarles las muertes sucedidas... pero Fortuna les demuestra lo caprichoso de su rueda con toda su crueldad, haciendo que Calisto pierda la vida por un azar inesperado.
- Melibea no podrá (o más bien, no querrá) soportarlo, y en el Acto XX decide que no quiere seguir viviendo.
- Pleberio, su padre, tras conocer de labios de su propia hija lo sucedido, y tras asistir a la muerte que ella misma eligió, pronuncia un famoso "planto" en el que se transluce una visión desolada, pesimista y descreída del mundo y la existencia humana. Imposible no pensar que esta era la visión del propio Rojas, que pone en boca de uno de los personajes más positivos de la obra.
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