Escena de la película 'Pascual Duarte' (1976) de Ricardo Franco La Guerra Civil supuso una experiencia dramática y un corte brutal (político, socioeconómico y cultural) que, por supuesto afectó también a la novela impidiendo su continuidad con la narrativa de preguerra: muchos escritores han muerto (Unamuno, Valle-Inclán) otros están exiliados (Ramón J. Sénder, Max Aub) o viven un exilio interior (Pío Baroja). Además, el contacto con las corrientes renovadoras de la narrativa europea (Kafka, Joyce, Huxley, etc) se pierde. A ello se suman unas circunstancias políticas (dictadura, falta de libertad), económicas (un país arrasado, miseria, racionamiento) y culturales (la censura, el aislamiento); que impiden la continuidad con las grandes líneas de la novelística de los años 30: la novela de corte social o la novela deshumanizada y de vanguardia, profundamente renovadora. Los escritores toman como maestros a escritores de corte realista como Galdós o Baroja, y, en estos años...