Historias románticas (I): vampiros y otros monstruos


El Romanticismo fue un movimiento relativamente breve (en algunos países, como España, su esplendor no llegó ni a los veinte años), pero cuya influencia es fundamental en todo la cultura, la literatura y el arte posterior, alargándose hasta nuestros días, en que actitudes, temas, ambientaciones, géneros y personajes románticos siguen formando parte esencial de nuestras vidas y nuestro imaginario, y siguen reapareciendo y adaptándose a nuevos medios y nuevas formas, como el cómic, el cine o la animación.  Así que vamos a repasar algunas de esas historias que nacieron de la prosa romántica para quedarse en nuestras vidas hasta hoy... Y lo que queda.



Y para ir por orden, vamos a empezar por todas estas historias nacidas del gusto romántico por lo sobrenatural, lo inexplicable, lo irracional y que dieron lugar a todo un subgénero, la literatura fantástica y de terror, que sigue estando entre las preferencias de muchos lectores y espectadores, algunos fanáticos, de este tipo de historias.

Es ya mítica la anécdota de que dos de los grandes mitos de este tipo de literatura nacieron la misma noche, de un encuentro entre escritores románticos en los que se lanzó el reto de escribir una historia de terror. De todos aquellos escritores, sólo dos culimnaron su reto, y uno era John William Polidori, que escribió una novela titulada El vampiro con el que inauguraba sin saberlo toda la estela de historias vampíricas que se han convertido en tan inmortales como su protagonista, ese ser marginal que desafía a Dios y la mortalidad pagando el precio de alimentarse de sangre humana y viviendo así en la oscuridad, la soledad más absoluta, la noche obligatoria. 

El personaje alcanzaría la verdadera altura de mito ya en la segunda mitad del XIX, con el  Drákula de Bram Stoker, que mezclaba al personaje romántico la inspiración en un conde rumano medieval, Drakul, conocido como el Empalador por su crueldad, y una maravillosa historia de amor que desafiaba también al tiempo y la muerte (típicamente romántica, también)  Esta novela fue adaptada al cine con toda fidelidad por uno de los directores más importantes del siglo XX, Francis Ford Coppola:



En el siglo XX, Drácula y los vampiros se convirtieron en uno de los personajes estrella de séptimo arte, el cine, que fue el encargado de darle su mayor popularidad. Conocidísima, por no decir mítica, fue la recreación que del personaje hizo en los sesenta el actor Cristopher Lee (al que vimos después como policía en Sleepy Hollow o el malvado mago Saruman en la adaptación cinematográfica de El señor de los anillos). Os dejo aquí  la película, que podéis ver enterita en Youtube:



Pero la temática vampírica no se quedó en Drácula, ni mucho menos. En los años 80 y 90 del pasado siglo resurgió de mano de la escritora estadounidense Anne Rice y su saga Crònicas vampíricas en torno a un peculiar vampiro, Lestat, que también saltó al cine con la película Entrevista con el vampiro, que podéis ver completa aquí:


Ya en nuestro siglo, la saga Crepúsculo, compuesta por seis novelas escritas por la estadounidense Stephanie Meyer, y sus correspondientes adaptaciones cinematográficas actualizaron y reanimaron el interés por la temática vampírica.


 Aquí os dejo un documental sobre el origen y evolución del mito del vampiro:



La misma noche que nacía el vampiro de Polidori, lo hacía el otro gran "monstruo" romántico, éste ideado por Mary Shelley: Frankenstein, creado por el cientifico del mismo nombre cumpliendo así el viejo sueño humano de lograr vida al margen de los designios divinos, y cuyo resultado era un ser hecho de trozos de cadáveres y animado por la energía de un rayo, pero que se vería lanzado a un mundo que no estaba preparado ni para su apariencia ni para su existencia. También se adaptó al cine, y es ahí donde adquiere su aspecto prototípico que se ha convertido en todo un icono reconocido y reconocible . La adaptación de 1931 es todo un clásico del cine de terror:



En 1994 se hizo una de las adaptaciones más fieles al texto original de Mary Shelley, dirigida por el británico Kenneth Branagh:



Como todos los grandes clásicos, estos personajes que forman parte importantísimo de nuestra cultura y nuestro imaginario colectivo, han dado lugar a versiones humorísticas y paródicas, de las que quiero destacaros dos.

La primera, una serie mítica de los años 60, La familia Monster (en la que se parodian también otros mitos del terror como los muertos vivientes o el hombre lobo):



La otra surgió también en los años 60 como "competencia" a los Monsters en una cadena de televisión rival, y se revitalizaron en los años 90 al ser adaptados al cine. Son La familia Addams:




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