Imagina: la Edad Media



 

Aquí tenéis una serie amplia de imágenes para irnos ambientando en el larguísimo, lejano y fascinante período histórico-literario en que nos vamos a adentrar durante los próximos meses: la Edad Media. Y aquí abajo os dejo una explicación o comentario de cada una de las imágenes (que para eso aparecen numeradas):

2.- La Edad media comienza cuando en  el siglo V cae el Imperio Romano de Occidente definitivamente, tras una larga decadencia, a causa de la invasión de una serie de pueblos germánicos, económica y culturalmente mucho menos desarrollados que los romanos, y que de hecho, adoptaron la lengua, las costumbres y la religión (que ya era la cristiana) de los invadidos, pero que supusieron un retroceso marcado por la ruralización, la caída de la vida urbana, el comercio y las comunicaciones, y el aislamento. (3,4)

5.- A la Península Ibérica llegan varios pueblos (vándalos, alanos, suevos...), pero serán los visigodos (6) los que finalmente terminen controlándola y unificándola en un reino cristiano que, curiosamente, tomará la lengua latina y muchos aspectos de la cultura romana a la que invadieron.

7.- En el año 711, tropas del gran imperio musulmán que se había extendido por todo el norte de Africa entra en la Peninsula por Gibraltar, y aprovechando la debilidad y conflictos internos de los visigodos, la conquistan fácilmente prácticamente en su totalidad, quedando sólo algunos reductos rebeldes cristianos visigodos (también llamados hispanorromanos, por ser herederos de la cultura romana en la antigua Hispania) refugiados en grupos aislados, que darán lugar a diferentes núcleos de resistencia que iniciarán por separado lo que luego se llamará Reconquista (retomar las tierras conquistadas por los árabes), de manera independiente y dando lugar así a diferentes reinos. Es decir: durante la Edad Media, en la Península no hay unidad política ni siquiera entre los reinos cristianos, que serán varios, cada uno con sus leyes, sus costumbres e incluso su lengua propia.

 8.- Don Pelayo, héroe mítico que según la leyenda, era un noble visigodo refugiado en las montañas de Asturias al que le apareció la Virgen en Covadonga para pedirle que recuperara la Península, ahora en manos de los infieles musulmanes, para los fieles cristianos. Este sería el origen mítico de la Reconquista, aunque los hechos históricos seguramente no fueron exactamente así, y surgió, como dijimos, por la resistencia y luego avance de diferentes núcleos de resistencia por las zonas montañosas del Norte (Asturias, Cantabria, Pirineos) que darán lugar a los diferentes reinos cristianos. Esta Reconquista sí tenía ese carácter de guerra religiosa como una de sus motivaciones o excusas (de hecho, la religión y la herencia romana era lo que unía a los diferentes reinos cristianos frente al invasor musulmán).

 9,- 10, 11, 12, 13, 14, 15,16, 17, 18: Evolución de la Reconquista a lo largo de los siglos. Durante toda la Edad Media, la Península estuvo dividida en dos zonas

  1. Al Norte, los reinos cristianos, diversos y surgidos de aquellos varios grupos de resistencia primitivos. De oeste a este serán : Galicia (de la que independizará Portugal, culminando la Reconquista de su territorio hacia el sur por su cuenta), Asturias y luego León , Castilla, Navarra, Aragón y los Condados Catalanes (que terminarán formando parte de la Corona de Aragón). La estructura feudal (con nobles muy poderosos y escasamente sometidos a la realeza) será más intensa cuanto más al Este. (Castilla fue el último reino en surgir e independizarse de León, pero pronto se convertirá en el más poderoso y potente en la Reconquista por su poder militar. Castilla y León se separaron y unificaron varias veces)
  2. Al Sur, Al-Andalus, un estado musulmán que sufrirá varios cambios políticos y en los que había una civilización más urbana y abierta que en sus vecinos y enemigos del norte.

La frontera entre ambas zonas irá descendiendo a lo largo de los siglos. Ya en el siglo XIV, Al-Andalus quedará reducido al Reino de Granada, que resistirá apenas dos siglos hasta que los Reyes Católicos lo conquisten en 1492, terminando así la Reconquista y emprendiendo la tarea de unificar todos esos reinos cristianos y hacer que nazca así un estado moderno: España. El castellano , que ya había adquirido cierta preeminencia gracias al predominio militar de Castilla en la Reconquista, será la lengua oficial de este nuevo estado, relegando a la oralidad (y la decadencia) al resto de las lenguas peninsulares.

19. Esta situación impuso en la Península una situación de guerra constante durante toda la Edad Media que marcará en gran medida la vida, la estructuras económicas y sociales, y la cultura de todo el territorio (por ejemplo, por la importancia de la guerra y los elementos bélicos en la cultura medieval o la importancia de la influencia árabe, presencia muy importante en la Península con la que a pesar de ser enemigos, hubo un contacto continuado)

20, 21, 22, 23: La sociedad medieval es estamental, es decir, se divide en estamentos, grupos sociales rígidamente separados entre sí, y entre los que no hay ni movilidad (es prácticamente imposible cambiar de estamento) ni igualdad, ya que tendremos estamentos privilegiados y no privilegiados. Cada estamento, además, tiene muy clara y definida su función dentro de esta sociedad:

  • Los estamentos privilegiados (que no trabajan para vivir, no pagan impuestos y además tienen acceso al poder político) son la nobleza y el clero:
    • La nobleza es, sobre todo en un primer momento, guerrera: su función es precisamente defender al resto de la sociedad y vive inmersa en esa empresa que es la Reconquista, por ello, es tosca e inculta. Su poder económico reside en la propiedad de las tierras que van conquistando y por las que cobran rentas a los campesinos que las trabajan y que están así sometidos a ella. En la cúspide de la nobleza está el rey, al que se someten (en mayor o menor medida) los nobles y que ostenta el poder político. Según se vaya estabilizando la situación bélica al norte, irán surgiendo cortes estables en las que viven nobles ociosos gran parte del año y que comenzarán a  dedicarse, entre otras cosas, a la cultura y la literatura,  proceso que culminará en el siglo XV, cuando surge la literatura cortesana, hecha por y para los nobles, y que refleja perfectamente sus gustos e intereses.
    • El clero, cuya función es velar por la salud espiritual del resto de los grupos sociales y enseñarles el camino de la salvación, es, sobre todo en un primer momento, el único estamento que puede dedicarse a la cultura escrita, de la que se convierten en depositarios pero que desarrollan de acuerdo con sus intereses, que son fundamentalmente religiosos, por lo que la mayor parte de la cultura y la literatura escrita anterior (la inmensa herencia cultural y literaria del mundo clásico grecorromano) se pierde
  • Los estamentos no privilegiados (deben trabajar y sostener a los privilegiados, han de pagar impuestos, no tienen acceso al poder político) serán:
    • El campesinado: trabajadores del campo, algunos de los cuales viven, sobre todo en lso primeros siglos, en un estado de semiesclavitud. Son casi propiedad de los nobles dueños de la tierra que trabajan, a los que están completamente sometidos, viven para trabajar y pagar impuestos. Por supuesto, no tienen acceso a la cultura escrita, por la que desarrollan su propia cultura y literatura popular y oral (de la que se conservan muestras puntuales, pero que mayoritariamente se ha perdido, precisamente por su oralidad) Sus condiciones de vida eran muy duras.
    • La burguesía: en un primer momento, pequeños comerciantes y artesanos que viven de su trabajo y no están tan sometidos a la nobleza como los campesinos. Su mentalidad es muy diferente (mucho más práctica) y con el paso del tiempo y el desarrollo de las ciudades, sobre todo a partir del siglo XIV, algunos llegarán a amasar grandes fortunas, por lo que aunque económicamente puedan ser tan poderosos como los nobles, no tienen sus privilegios ni acceso al poder político. Por ello, serán la pieza que haga estallar el mundo medieval.

 24- El sistema en que se organizaba esta sociedad era, sobre todo en los primeros siglos, el feudalismo: los nobles guerreros son muy poderosos en sus territorios, y ejercen un férreo control personal y político sobre sus vasallos, que le sirven a cambio de protección. Ellos, a su vez, se someten voluntariamente a un rey, pero conservando mucho poder (algunos tenían grandes ejércitos) que inestabilizan a los monarcas que dependían de su apoyo para gobernar. Con el transcurso de los siglos, los reyes irán sometiendo a la nobleza y atrayéndola a las cortes, donde pueden tenerlos controlados, proceso que culminará con los Reyes Católicos, los primeros en centralizar la mayor parte del poder político en sus manos y someter a la nobleza que antes había sido, en algún momento, rebelde.

25- En este contexto, uno de los estamentos privilegiados, la nobleza, que en principio podría tener acceso a la cultura y la literatura escritas, va a estar, sobre todo en los siglos más tempranos, completamente dedicada a las armas: va a ser una nobleza guerrera e inculta, y sólo con el transcurso de los siglos, la estabilización de la situación sobre todo en los territorios del Norte, con una Reconquista consolidada, comenzará su acceso y su interés por la cultura escrita. Este proceso se acentuará sobre todo e n el siglo XV, cuando muchos nobles sean atraídos por los reyes a las cortes (y apartados de sus feudos, como un mecanismo de control por la monarquía) donde permanecerán ociosos gran parte del tiempo Será entonces cuado el cultivo de la literatura entre a formar parte de los atributos de un buen noble (comienza ahora el ideal que triunfará en el Renacimiento de “las armas y las letras”) . En ese momento, veremos surgir cientos de nobles poetas, y el desarrollo de toda una corriente de literatura cortesana (poesía de cancionero, teatro pastoril, novela amorosa y de caballerías) hecha por y por los nobles, de acuerdo con sus gustos e intereses.

26, 27, 28 y 29- Será el otro estamento privilegiado, el  clero, el que tenga acceso e interés por la cultura escrita. Los monjes, en las bibliotecas de los monasterios dedicarán gran parte de su tiempo a la tarea de copiar y transmitir obras escritas , entre ellas algunas literarias, en un proceso muy lento y costoso  que solo invertirán en obras adaptables a sus intereses (enseñar la verdad, los dogmas y las normas religiosas). Ellos serán por tanto los depositarios de todo el legado de la literatura clásica grecorromana, que precisamente por ello se perderá mayoritariamente en la Europa occidental medieval (la cultura y la literatura clásicas son esencialmente paganas). Los monjes y los clérigos saben leer y escribir, y se convierten en “copistas” que en los monasterios copiaban laboriosamente a mano las obras que ellos consideraban que merecían ese esfuerzo e inversión (los materiales eran escasos y caros), que serán fundamentalmente obras religiosas, y alguna obra clásica pero que pueda adaptarse para transmitir alguna enseñanza cristiana. Por eso la mayor parte de los escritos grecorromanos (esencialmente paganos) no se copian y se pierden. Incluso alguno de los antiguos manuscritos se utiliza para sobreescribir sobre ellos obras religiosas (y estos manuscritos sobreescritos se llaman palimsestos, y permitieron conservan alguna obra clásica que se pudo recuperar por debajo de lo escrito encima) Solo con el transcurrir de los siglos irán accediendo otros estamentos (fundamentalmente los nobles, en algún caso la burguesía) a la cultura escrita . De ahí la importancia de los elementos religiosos en toda la cultura y sobre todo la literatura escrita medieval. 

Ya en el siglo XIII surgirá una escuela literaria, el Mester de Clerecía, cuyos autores son clérigos (personas cultas, y casi siempre miembros de la Iglesia) que  escriben obras literarias  fundamentalmente narrativas y didácticas, en castellano, basadas, eso sí, en las fuentes escritas que los clérigos manejan.

 30.- La película “El nombre de la rosa”, basada en la novela homónima de Umberto Eco, recoge muy bien este ambiente de “lectoescritura” con mentalidad férreamente religiosa que imperaba entre los monjes medievales. Aquí tenéis la escena de la llegada del monje “investigador” Guillermo de Baskerville a la biblioteca de la abadía en la que han ocurrido una serie de misteriosas muertes de monjes.

 31. Dentro de los sectores no privilegiados, los campesinos no tienen acceso a la cultura ni la literatura escrita, pero desarrollarán su propia literatura oral, popular, tradicional y espontánea (narraciones, cuentos, leyendas, poemas, canciones...)  que se transmitía boca a boca, y se mantiene en la memoria, llena de variantes y esencialmente anónima, pero que en su gran mayoría se ha perdido. Solo nos han llegado algunas muestras puntuales y prácticamente por casualidad.

32.- Un caso especial dentro de los grupos campesinos de la Península en la Edad Media eran los mozárabes. Eran los cristianos que se quedaron viviendo en territorio musulmán. Sólo tenían que pagar un impuesto especial y, por lo demás, se les permitía conservar sus costumbres, su religión, y su lengua, un latín que evolucionó con mucha influencia árabe hasta dar lugar al mozárabe, lengua romance de estos cristianos que desaparecerá cuando culmine la Reconquista, pero en la que encontramos las muestras literarias más antiguas en una lengua románica de la península: las jarchas de los siglos X-XI. Las jarchas son unas breves canciones populares femeninas que poetas cultos árabes o hebreos incluyeron al final de algunos de sus poemas (y así han podido llegar hasta nosotros)

33, 34, 35, 36 y 37_ parte importantísima de la cultura popular serán los juglares (que aquí vemos en lustraciones de la época y en recreaciones posteriores). El único medio de información y entretenimiento de los primeros siglos: artistas ambulantes que llevaban con ellos todo un espectáculo de música, canciones, piruetas, chistes y narraciones, y que actuaban en lugares públicos, viviendo de lo que sus espectadores les daban. Ellos formarán parte de la otra gran corriente o escuela literaria de los siglos XII y XIII, el Mester de Juglaría. En su repertorio llevarán los Cantares de Gesta, largas narraciones sobre las hazañas héroes castellanos en la Reconquista que, por su naturaleza popular y oral, se han perdido en su mayoría. Solo conservamos uno incompleto: el Cantar de Mio Cid, sobre la figura de Rodrigo Díaz de Vivar. (38)

39.- En un mundo rural de pequeños núcleos de población aislados, aparte de la guerra, el único motivo para viajar (toda una aventura en aquella época) va a ser religioso: las peregrinaciones a Santiago de Compostela (donde supuestamente estaba la tumba del Apóstol Santiago) moverán a gran cantidad de gente de toda Europa a través de las rutas jacobeas. Gente que hace paradas en el camino, que ha de ser alojada, y adquirir alimentos y otros bienes. Así, estas peregrinaciones, aparte de favorecer los intercambios culturales y la entrada de distintas influencias europeas, serán un motor para el desarrollo de las comunicaciones, el comercio y las ciudades, que irán creciendo a partir del siglo XIII y sobre todo, XIV.

40.- Durante los primeros siglos de la Edad Media, la única lengua que se escribe y se utiliza para cuestiones “serias” (cultura, literatura, leyes, juicios, religión, ciencia…) es el latín, que es la lengua escrita y de cultura incluso cuando ya las diferentes lenguas romances se han desarrollado y consolidado. Y eso ocurre porque la lengua escrita no cambia desde la época romana, pero la hablada sí, y así, llega un momento en que las nuevas lenguas romances se sienten como un latín mal hablado, adecuado vara la vida cotidiana y doméstica, pero no para cuestiones serias o prestigiosas, y desde luego poco dignas de un proceso tan caro, lento y costoso como era el de la escritura. No será hasta el siglo XIII cuando se empiecen a escribir, poco a poco, tímidamente y al principio solo para algunas cosas, los diferentes romances peninsulares.

41.- Sin embargo, las primeras muestras escritas del castellano son de los siglos X-XI: las Glosas Emilianentes y Silenses: anotaciones en castellano hechas en libros religiosos en latín, en las que un monje explicaba términos latinos que obviamente ya no comprendía empleando el castellano. Son,  anotaciones ”para andar por casa”, no oficiales y con un carácter meramente práctico.

42.- Para el castellano, será fundamental la figura del rey de Castilla y León Alfonso X,  que aquí veis en su corte en una ilustración de la época, que hizo grandes avances en la Reconquista y que decide impulsar en su reino el castellano como lengua oficial y de cultura, por ser la lengua común a las tres culturas que en él convivían (la cristiana, la musulmana y la hebrea). Utilizará el castellano como lengua para redactar sus leyes y edictos (hasta entonces se hacía en latín) y fundará la Escuela de Traductores de Toledo, en la que reunió a sabios de esas tres culturas que, bajo su supervisión, traducían las obras más importantes de cada una al castellano. Para ello fue necesario crear una norma ortográfica (se usaban las grafías latinas, pero había sonidos que el castellano ya no tenía, y al revés, el castellano tenía fonemas que en latín no existían, y era necesario fijar un criterio para representarlos). Alfonso X decidió seguir un criterio etimológico para dar prestigio al castellano (es decir, que las palabras conservaran en la medida de lo posible la escritura que tenían en latín, aunque ahora la pronunciación fuera diferente) y este es el origen de todos los “problemas” que tenemos en nuestro sistema ortográfico (ya sabéis: las h, las b/v, las c/z, las g/j…), porque esta norma ortográfica del siglo XIII es la base se la actual (prácticamente solo se modificó una vez con posterioridad, en el siglo XVIII, pero esencialmente es la misma). Por toda esta labor cultural y literaria, Alfonso X pasará a la historia con el sobrenombre de “el Sabio”.

43.- Muy importante en toda la poesía amorosa culta europea fue la doctrina del Amor Cortés, una convención literaria surgida en Occitania (o Provenza, región de cortes feudales del sur de Francia), donde en el siglo XII surge la lírica trovadoresca que desde allí se extenderá por toda Europa en los siglos posteriores. El Amor Cortés es el sentimiento (convencional, artificioso y tópico) que se expresaba en estos poemas: el amor a una dama superior social y moralmente  que casi siempre es no correspondido y, por lo tanto, imposible. Surge así un sentimiento contradictorio (inevitable pero imposible, que el enamorado no puede dejar de sentir, en el que busca la felicidad pero solo obtiene sufrimiento) que dará lugar a poemas artificiosos y rebuscados en el que los poetas juegan con estas contradicciones y con la similitud de esta relación con el vasallaje típicamene feudal (el enamorado “sirve” as su dama, a la que se somete reconociendo su superioridad) Este amor es además ennoblecedor, porque el amante, a pesar de no ser correspondido, intentará hacerse digno de esa dama superior e inalcanzable, aunque conllevará un sufrimiento constante e inevitable.. Será un doctrina amorosa que además, influirá no solo en la poesía sino también en otros géneros vinculados a los nobles, como el teatro cortesano o las novelas sentimentales y de caballerías.

 44, 45, 46, 47, 48, 49 y 50: Y es en ese mismo contexto de Occitania donde surge la figura del trovador: el poeta culto y refinado, noble o vinculado a las cortes nobles, que compone canciones y poemas sobre todo amorosos (aunque también de otros tipos, como morales o satíricos) para ser cantados o recitados en las cortes. Así, en la zona gallego-portuguesa florecerá una lírica trovadoresca durante los siglos XIII y XIV. En Castilla no será hasta el siglo XV cuando surja este tipo de poesía vinculada a la nobleza, hecha por ellos y de acuerdo con sus gustos, y que se recopilará en unas exquisitas obras colectivas denominadas “Cancioneros”  en las que se recogieron, a veces delicadamente ilustrados y acompañados de partitura, miles de poemas escritos por cientos de poetas cortesanos, porque ser poeta se convirtió en un atributo deseable para cualquier noble que se preciara (anunciando ya el ideal que triunfará en el Renacimiento de las armas y las letras). Es la poesía de cancionero o lírica culta cortesana.

51.- Y es en el siglo XV cuando se produce un reinado decisivo para el futuro de la Península: el de los Reyes Católicos, que no solo completaron  y finalizaron la Reconquista con la toma de Granada (último reducto de lo que había sido Al-Ándalus) en 1492; también la unificaron políticamente al anexionar Navarra y unir federalmente a través de su matrimonio el reino de Castilla y la Corona de Aragón, terminando con la dispersión política que marcó la Península durante toda la Edad Media y haciendo que naciera así España como estado moderno.

 52, 53, 54, 55 , 56 57 y 58.- Esta nueva unidad era complicada y podía  romperse en cualquier momento, así que los Reyes Católicos decidieron eliminar todos aquellos factores de diferenciación que pudieran debilitar esa unión recién nacida y por tanto todavía frágil. 

  • Así, buscaron la unidad lingüística, consolidando el papel preeminente que el castellano ya había ido adquiriendo durante la Edad Media entre las lenguas romances peninsulares (gracias a la preeminencia militar y política de Castilla) y haciendo del castellano la lengua común y oficial a ese nuevo reino unificado (y relegando a la oralidad y la dispersión a otras lenguas como el gallego, el navarro -aragonés, el astur-leonés, el catalán o el esukera, que empezaron una difícil etapa que duraría siglos). 
  • También impusieron la unidad religiosa en la fe católica cristiana, y plantearon a judíos y musulmanes, por decreto, una dicotomía: si querían quedarse en la Península, debían convertirse y bautizarse en la fe católica. De lo contrario, serían expulsados. Esta fue la expulsión de los moriscos y los judíos, decretada también en 1492, y que ponía en la tesitura de marcharse a grupos de población que llevaban siglos viviendo en la península y conviviendo con los cristianos (pacíficamente al principio, con más complicaciones sobre todo a partir de la crisis del siglo XIV). 
    • Los moriscos, que eran población mayoritariamente campesina, se convirtieron mayoritariamente (aunque algunos se fueron, con el consiguiente desgarro en un momento durísimo para ellos). Se bautizaron masivamente pero seguían manteniendo su lengua, sus costumbres, y, en muchísimos casos, sus ritos y su fe religiosa, a pesar de haberse bautizado formalmente como cristianos, lo que provocaba muchos recelos entre la población cristiana.
    • Los judíos, clase mucho más poderosa económicamente y ya no demasiado bien vista (por su escasa integración con  el resto de la población y porque su poder económico venía muchas veces de sus negocios como prestamistas, cuando el préstamo con usura estaba muy mal considerado) emigraron mayoritariamente, sobre todo por el Mediterráneo, y pasando a formar parte de la comunidad de judíos sefardíes (Sefarad era como denominaban ellos a la Península):los judíos de origen español que siguieron manteniendo su conciencia de comunidad y su lengua (el judeo-español o sefardí) prácticamente hasta la actualidad. 
    • Los judíos que se quedaron y se bautizaron se denominaban “conversos" y sufrieron los prejuicios y la discriminación, incluso ratificada por las leyes, de una sociedad para la que eran sospechosos de no ser cristianos auténticos o verdaderos. 

Se rompe así definitivamente la convivencia armónica y pacífica, y la sociedad se ve dividida en ciudadanos “de primera” (los cristianos viejos que tienen “limpieza de sangre”, es decir, no son conversos ni descendientes de conversos musulmanes o judíos) y ciudadanos “de segunda” (los cristianos nuevos, conversos o descendientes de conversos, que ven restringidos su prestigio social y sus derechos progresivamente). La Celestina, obra tremendamente crítica con la sociedad cristiana del siglo XV, es obra de uno de estos judíos conversos que tenían esa posición tan complicada dentro de la sociedad.

 58, 59 y 60.- Para vigilar la autenticidad de las conversiones y la fe de estos nuevos cristianos, nació en principio el Tribunal de la Santa Inquisición, que pronto ampliaría sus funciones para vigilar herejías o comportamientos peligrosos por anticristianos como la brujería o la homosexualidad. Era un tribunal eclesiástico poderosísimo, que podía detener (a veces basándose en denuncias anónimas que incluso podían deberse a venganzas personales), interrogar, torturar y condenar a cárcel, otros castigos o la muerte. De hecho, los condenados por la Inquisición eran marcados públicamente con atuendos como los “sambenitos" y las brujas eran emplumadas públicamente y muchas veces terminaban ahorcadas o quemadas en la hoguera. Hay muchos procesos insquisitoriales ampliamente documentados, y este tribunal mantendrá sus funciones y su régimen de terror (que implicará también en siglos posteriores la censura de obras literarias) hasta el siglo XIX.

61, 62 y 63.- La mentalidad típicamente medieval es teocéntrica: Dios es el centro de la existencia humana, que se concibe con un tránsito efímero y perecedero hacia la vida eterna, donde el alma se salvará o se condenará eternamente de acuerdo con su comportamiento en este mundo, que aparece así como una “prueba” llena de trampas: los placeres, fuentes del pecado que llevan a la condenación eterna. Consecuencia de esta concepción es el ascetismo: el rechazo, el desprecio y la desconfianza hacia todo lo material y perteneciente a esta vida mortal, precisamente porque es efímero, termina con la muerte y puede llevar a la condenación eterna. De ahí el carácter moralizante del arte y la literatura medievales, que deben contribuir a enseñar cuál es la actitud y el comportamiento correctos para lograr la salvación y cómo evitar el pecado (el didactismo es un componente fundamental de cualquier producción artística medieval), y la importancia de todos los elementos religiosos incluso en obras que en principio no lo son. Porque la religión es el elemento central en la concepción de la vida y la mentalidad medievales.

64.-: Especial importancia tendrá el culto a la Virgen María durante la Edad Media, a la que se ve como una madre protectora e indulgente que puede mediar por la salvación de los pobres pecadores extraviados que aún así le muestran devoción. En el arte y en la literatura son muy frecuentes las obras marianas (es decir, en torno a la figura de María: los cuadros, tallas y esculturas de la Virgen, las colecciones de milagros de la Virgen en latín o en lenguas romances, o poemas que ensalzan su figura, como las Cantigas de Santa María de Alfonso X El Sabio)

 65, 66 y 67.-: uno de los elementos característicos del arte medieval es el retablo: composición pictórica o escultórica con un tema común, pero formado por pequeños elementos o escenas independientes aunque relacionados (como una especie de “viñetas”) . Aquí podéis ver ejemplos de retablos religiosos dedicados al Espíritu Santo o a la vida de un santo con diferentes escenas de su vida (las hagiografías o vidas de santos que inciden especialmente en sus virtudes y milagros son muy frecuentes en la Edad Media), pero en literatura son también frecuentes esas obras que recopilan diferentes escenas o relatos independientes (las colecciones de Milagros, las colecciones de cuentos con una historia marco o el mismísimo y enigmático Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita siguen esta estructura)

 68.- Las “Danzas de la Muerte” fueron un tipo de obras alegóricas que proliferaron durante los siglos XIV y XV, sobre todo  a partir de la tremenda crisis del siglo XIV (crisis económica que provocó hambre, epidemias, guerras… la muerte se convirtió en una amenaza muy cotidiana y muy feroz) que revelan dos características de la mentalidad medieval

  1. La  importancia de la muerte, como fin de esta vida perecedera y por tanto banal, y comienzo de la verdadera, la eterna, en la que corremos el riesgo de sufrir para siempre si nos dejamos llevar por las tentaciones materiales, que son así una trampa mortal. La muerte termina con todo lo material e iguala a todos los grupos sociales, como revelan una serie de tópicos latinos muy presentes en el arte y la literatura medievales (como el vanitas vanitatis, el sic transit gloria mundi o el irreparabile tenpus fugit)
  2. El uso de alegorías y elementos simbólicos: elementos y personajes que representan ideas abstractas, frecuentísimo en todas las artes medievales, en las que casi todos los elementos tienen algún valor simbólico (precisamente por su afán didáctico y moralizador). En este caso, la Muerte aparece como un personaje amenazante, generalmente un esqueleto, que se lleva a los vivos después de reprocharles sus defectos y sus pecados).

69, 70 y 71.-: dentro de la arquitectura medieval queremos destacar tres grandes  corrientes que tendrán también su reflejo en otras artes (y cierta relación con la literatura):

  • 69: El arte románico, que predomina en los primeros siglos (hasta el XII) y corresponde a pequeñas construcciones generalmente religiosas pero de carácter rural: pequeñas iglesias o monasterios vinculados a poblaciones pequeñas o incluso construidas en montes o lugares de peregrinación. Muestra formas sencillas y con valores simbólicos (como la planta en forma de cruz, el tipo de arcos que se utilizan o las esculturas que se integran).
  • 70: El arte gótico, mucho más urbano, grandioso y ornamental, que se corresponde con grandes construcciones (sobre todo catedrales) que se edificarán en ciudades y grandes núcleos de culto. Las formas son más complejas, puntiagudas y complicadas, y presentan elementos nuevos como las vidrieras o rosetones.
  • 71: El arte mudéjar, que mezcla a la arquitectura cristiana elementos estructurales o decorativos de origen árabe, mucho más colorista y con un gusto especial por los mosaicos.

72.- La Edad Media es un larguísimo período histórico que tiene un fin tajante y concreto (a pesar de que antes de él ya empiezan a aparecer rasgos que anuncian la etapa posterior y la crisis del mundo medieval y sus valores): 1492, el año del Descubrimiento de América, acontecimiento decisivo que demostró que la religión no siempre tenia razón y que era necesario investigar al margen de la fe y  sus limitaciones para afrontar ahora la conquista y colonización de un mundo completamente nuevo y, sì, a pesar de lo que había revelado la Biblia, redondo. Empieza pues el Renacimiento de muchas cosas que en la Edad Media habían permanecido enterradas por el  predominio del teocentrismo y la religión, que habían sido un freno a veces trágico (pensemos en Galileo Galilei o Giordano Bruno, ajusticiados por la Inquisición porque sus teorías iban en contra de los dogmas religiosos) para el desarrollo y la investigación científicas que ahora se volvían, por la aparición del nuevo continente, imprescindibles y urgentes.

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