Recordando a Galeano

 “RECORDAR: Del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón.” 

"Uno sobrevive en los demás:
 en la memoria y en los actos de los demás." 

 "Escribo para los amigos que todavía no conozco. 
Los que conozco ya están hartos de escucharme." 


 "Escribo para quienes no pueden leerme.
Los de abajo, los que esperan desde hace siglos en la cola de la historia, 
no saben leer o no tienen con qué"



Hoy, 13 de Abril, nos ha dejado el escritor uruguayo Eduardo Galeano, nacido en Montevideo en 1940. Una de las figuras más conocidas y reconocidas de las letras hispanas actuales, no sólo por su labor específicamente literaria, sino también por su compromiso social y político (que le llevó a sufrir prisión, persecución y exilio cuando su país sufrió un golpe militar, allá por los años 70), así como por la hondura y coherencia de su pensamiento.
Escritor de los "nadies", que se definía a sí mismo como "uno más", supo dar voz literaria a los que nunca pueden ser escuchados: los pequeños, los pobres, los oprimidos, los que sufren la parte menos grata de este mundo nuestro, lleno de injusticia y desigualdad.

Si queréis saber algo más de Galeano, aparte de sus libros (algunos míticos, como Las venas abiertas de América Latina, Memoria del fuego o El libro de los abrazos), Internet es un filón, porque aparte de escribir, era un infatigable narrador y conversador que recorría calles y bibliotecas ofreciendo charlas, entrevistas y conferencias. De hecho, si algo me pesa es no haber estado en mi Ourense natal cuando él lo visitó, y no haber podido estrechar su mano y decirle gracias cuando muchos de mis conocidos lo hiceron. Confieso que aún tenía la esperanza de que se diera la ocasión.

Galeano es un escritor excepcional, que con pocas y sencillas palabras es capaz de expresar la poesía y el grito que se esconden en lo cotidiano. Es difícil describir lo que él escribía, porque rompe los géneros tradicionales para hacer algo muy personal y próximo a eso que surge en una conversación informal: la reflexión, la anécdota, el cuento, el mito... Así que en su prosa (que a veces parece un poema) se mezclan las frases lapidarias, las anécdotas entrañables, la reflexión certera para plasmar una de las miradas más lúcidas y valientes que yo he podido admirar.

Lo mejor es, sin duda, leerle y, cómo no, escucharle, ya que antes de irse nos dejó mucho material para ello, y aquí os dejo algunos de sus relatos (aunque no todos pueden considerarse como tales, pero qué más da) en su propia voz; otros para que podáis leerlos; una charla con él en la calle cuando Barcelona vivía en ella en el fragor del 15-M (y en la que habla de sociedad, de vida, de amor, de pensamiento y de jóvenes, entre otras cosas) y algunas -solo algunas, muy pocas- de sus frases imprescindibles, que yo, personalmente y como él muy bien explicaba, recuerdo, porque las tengo en el corazón.

No os lo perdáis.




Mano de obra



Las hormigas



Pájaros prohibidos



Los nadies



El maestro




Colores



El mundo ("un mar de fueguitos")
 



Tenéis más textos de Galeano en nuestra antología "Diente de león: textos al viento":



Para ver esa entrevista que le hicieron a raíz del 15-M en Barcelona (aunque es más bien una charla distendida y maravillosa), pinchad aquí.

Y sus palabras:

"Mirá pibe. Si Beethoven hubiera nacido en Tacuarembó, 
hubiera llegado a ser director de la banda del pueblo."


"La caridad es humillante
porque se ejerce verticalmente y desde arriba; 
la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo."

"La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar."


"Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: 
unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen,
 y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen."

"La literatura que más me gusta es la que revela la poesía escondida."


 Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: "Cierren los ojos y recen". Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia.


"Mucha gente pequeña, 
en lugares pequeños, 
haciendo cosas pequeñas, 
puede cambiar el mundo"


Estamos en plena cultura del envase. 
El contrato de matrimonio importa más que el amor, 
el funeral más que el muerto, 
la ropa más que el cuerpo y la misa más que Dios.


Si Eva hubiera escrito el Génesis, ¿cómo sería la primera noche de amor del género humano? Eva hubiera empezado por aclarar que ella no nació de ninguna costilla, ni conoció a ninguna serpiente, ni ofreció manzanas a nadie, y que Dios nunca le dijo que parirás con dolor y tu marido te dominará. Que todas esas historias son puras mentiras que Adán contó a la prensa.



"Son los árboles que dan fruto los que sufren las pedradas"

Los niños pobres son los que más sufren la contradicción entre una cultura que manda a consumir y una realidad que lo prohíbe” 

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