Pío Baroja: la vida como lucha

Cuando el hombre se mira mucho a sí mismo,
llega a no saber cuál es su cara y cuál es su careta.


El hombre: un milímetro por encima del mono
cuando no un centímetro por debajo del cerdo

«La novela en general es como la corriente de la historia:
no tiene principio ni fin; empieza y acaba donde se quiera.»

 "La vida es esto, crueldad, ingratitud, inconsciencia, desdén de la fuerza por la debilidad"

 "No existe verdad política y social. La misma verdad científica, matemática, está en entredicho, y si la Geometría puede tambalearse sobre las bases sólidas de Euclides, ¿qué no les podrá pasar a los dogmas éticos de la sociedad?"

Baroja es calificado por muchos como uno de los novelistas más importantes de la literatura española del siglo XX, y seguramente el más influyente, es decir, el que más ha influido en escritores posteriores. Escritores entre dos siglos y de dentro y fuera de España proclamaron su admiración por él: Galdós, Unamuno, Azorín, o el norteamericano John doss Passos. De hecho, cuando murió en 1956, su féretro fue llevado a hombros por dos admiradores suyos como Ernest Hemingway y Camilo José Cela. Uno ya era Premio Nobel; el otro, lo sería unas décadas después.


Su familia era originaria de San Sebastián, pero él se trasladó a Madrid para estudiar Medicina, y tras ejercer muy brevemente esa profesión que le horrorizaba (y sobre la que había hecho una tesis sobre el dolor), se instaló en la capital para, oficialmente, hacerse cargo de la panadería que había regentado su hermano, pero en la práctica, para vivir la que era su única pasión: la escritura

Baroja tenía un caracter difícil, hipercrítico, malhumorado e incluso misógino, que él mismo reconocía, pero que no le impidió despertar admiración y establecer lazos de amistad con otros intelectuales noventayochistas como Azorín o Ramiro Maeztu, con los que formaría el "Grupo de los tres", muy conocido en la época por publicar artículos en los periódicos sobre la cuestión de la decadencia de España y las posibles soluciones a la situación del país.

Aquí os dejo la aparición del propio Pío Baroja en la adaptación que se hizo de su obra "Zalacaín del aventurero", en 1955:



SU OBRA

Ideológicamente, se muestra muy influido por filósofos como 
  • Schopenhauer, con el que comparte el pesimismo radical, el creer que es difícil encontrar soluciones a los defectos de nuestra sociedad porque son consecuencia de los defectos de la naturaleza humana, que es egoísta y cruel, 
  • Nietzsche que defiende que el hombre debe superarse a sí mismo a través de la acción; de hecho, Baroja defiende la acción como única forma de oponerse y rebelarse ante esa sociedad que rechaza
  •  Darwin, cuya visión de la naturaleza como una lucha por la vida ,regida por la ley del más fuerte, el instinto de supervivencia, la crueldad y la adaptación a un medio hostil, él aplica a la vida y la sociedad humana.
Es decir, para Baroja el mundo carece de sentido, la vida le parece absurda y no alberga ninguna confianza en el hombre.

Anticlerical y ateo convencido, su rechazo de la sociedad y el sistema de gobierno le hizo ser anarquista en su juventud, aunque con el tiempo se fue haciendo cada vez más nihilista, (es decir, que ningún sistema terminaba de convencerle o por parecerle suficientemente bueno) y escéptica (no tiene fe en nada: ni en socialismo, ni en comunismo, ni en autoritarismo...) O sea, rechaza el mundo en que vive pero no cree en una alternativa posible ni en la posibilidad de un mundo mejor. Por eso ensalza la rebeldía que ataca lo establecido, pero sin proponer otra cosa.

Como es lógico, su ideologia y su forma de entender la vida, el mundo y el hombre se plasma en su amplisima obra comprende ensayos, artículos, relatos breves y , sobre todo, novelas. Decenas de novelas que constituyen una obra narrativa como dijimos, profundamente admirada e influyente en muchos escritores contemporáneos y posteriores.

Las principales características de sus novelas son:
  • Su ideología pesimista, escéptica y nihilista se refleja en la crítica social de sus novelas (denunca los males de la sociedad, pero sin plantear como posibles alternativas o soluciones) y su preferencia por personajes inadaptados, rebeldes, que se enfrentan a la sociedad a traves de la acción.
  • En cuanto a los personajes,
    • los protagonistas,suelen ser seres marginales o enfrentados a la sociedad, a veces, a veces frustrados y otras entregados a acción.
    • Aparecen muchos personajes secundarios, apenas caracterizados, que entran y salen sin previo aviso, pero que aportan con su presencia la misma impresión de variedad que se encuentra en la vida
  • Pío Baroja afirmaba que la novela era una especie de cajón de sastre en el que todo cabía; decía escribir sin un planteamiento previo,  con espontaneidad y naturalidad. Así, muchas de sus novelas parecen episodios y acontecimientos puestos unos detrás de otros, anécdotas, divagaciones y digresiones, multitud de personajes ocasionales, sin orden o una estructura clara, simplemente enlazadoss por la presencia del mismo personaje protagonista. Y esto que muchos critcaron como un defecto, es en realidad una forma muy expresiva de reflejar su visión de la vida como caos y absurdo. Si la vida no tiene orden ni sentido, la novela que la refleje tampoco tiene por qué tenerlo.
  • Utiliza una técnica realista basada en la observación de ambientes, situaciones y personajes de la vida real, pero nos los muestra a través de su peculiar subjetivismo a través de descripciones impresionistas (no describe minuciosa y objetivamente personajes o ambientes, sino que selecciona uno u dos rasgos definitorios, dándonos solo la impresión fundamental que producen, que él sabe captar y expresar como nadie, y que es la clave de su maestría como narrador).
  • Su estilo ha sido criticado a veces por desaliñado o descuidado.Utiliza una una prosa clara, sencilla y espontánea, antirretórica, como era el ideal de todos los miembros de su generación, con abundancia de frases cortas y muy expresivas. Defiende la economía expresiva («El escritor que con menos palabras da una sensación es el mejor».) 
  • Era especialmente hábil en el reflejo de diálogos coloquiales, vivos, ágiles.
Escribió decenas de novelas, muchas de ellas agrupadas en trilogías con algún aspecto en comn (temas, pesrsonajes) Podemos destacar, por ejemplo, Zalacaín el aventurero, El árbol de la ciencia, La ciudad de la niebla, La dama errante, La busca, Mala hierba, o Aurora roja.

Aquí tenéis "La sala de disección", un fragmento del capítulo VI de "El árbol de la ciencia".

Esta  novela está  incluida en la trilogía "La raza" (junto con "La ciudad de la niebla" y "La dama errante") y presenta muchos detalles autobiográficos (personajes, situaciones y sucesos inspirados en la propia vida del autor): en ella se nos cuentan las vicisitudes por las que pasa Andrés Hurtado, un joven inadaptado, estudiante de Medicina en Madrid, y su evolución personal, desde el afán revolucionario al desencanto total; sus enfrentamientos con su padre y el resto de sus hermanos tras la muerte de su madre; sus relaciones con diversos compañeros; la indisciplina que reina en la facultad,;sus charlas filosóficas con un tío suyo, Iturrioz (con el que comenta también muchas de las cosas que observa en los distintos personajes y situaciones con los que se va encontrando); sus decepcionantes experiencias como médico, su desencanto con la sociedad de la época, tanto la urbana como la rural; su matrimonio con la joven Lulú, la muerte de su hijo en el parto y finalmente también de su esposa, que le llevan al suicidio.
El propio Baroja la consideraba una de sus mejores novelas. Debe su título a una conversación recogida en la parte central del libro entre Andrés y su tío Iturrioz sobre el mito bíblico del arbol de la ciencia, que estaba en el Edén junto al árbol de la vida, y de cuyo fruto Dios prohibió comer a Adán y Eva, y es una metáfora de que la ciencia, la inteligencia y el conocimiento no hacen más que agudizar el dolor de vivir.

En este fragmento, Andrés está en el segundo curso de su carrera y asiste, junto con sus compañeros, a las prácticas diseccionando cadáveres. En las actitudes de muchos de sus compañeros se percibe ya su falta de humanidad y respeto incluso ante el hecho terrible de la muerte, y algunos de los otros rasgos que caracterizan la narrativa barojiana.

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