Una emoción, una historia


 Ha llegado el momento de mezclar emociones y narraciones, aunque es cierto que en la mayoría de las narraciones, sobre todo si son buenas, las emociones están presentes de una forma o de otra. Pero yo os propongo partir de una emoción para escribir una narración.


Para ello, deberéis elegir una emoción (en clase, hace ya unos meses, elaboramos una lista clasificándolas en positivas y negativas, y creo que en tutoría tambén las habéis trabajado, pero por si acaso, podéis consultar una lista aquí o aquí). Por supuesto, puede ser una emoción positiva (alegría, ilusión, ternura, cariño...) o negativa (tristeza, rabia, enfado, nerviosismo, miedo...). 

Deberéis plantearos qué es lo que causa esa emoción, y cuáles son sus consecuencias en nosotros y en nuestros actos, y a partir de todo ello, contar una historia (que puede estar basada en vuestra experiencia, o bien ser completament ficticia), teniendo en cuenta los siguientes rasgos y requisitos:
  • Puede ser una historia realista o fantástica.
  • El narrador puede ser interno (en 1ª persona, un personaje de la historia) o externo (en 3ª persona, fuera de la historia).
  • Vuestra historia deberá incluir al menos:
      • Un retrato de un personaje.
      • Un diálogo en estilo directo representado mediante guiones.
  • La emoción elegida ha de formar parte del título.
  • Esa emoción estará presente en el relato, bien porque es la causa de que ocurra todo lo que contáis, bien porque en un momento determinado, uno o varios personajes la sienten.
  • En vuestro relato deberéis describir, en el momento en que aparezca, esa emoción y sus consecuencias en los gestos, el rostro, los pensamientos  del personaje. Además, deberá quedar claro cómo influye en su comportamiento.
Os pediré el relato el miércoles 2 de Abril, para que después podáis pasarlo a vuestro Cuaderno de Emociones.


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