La "tercera vida" de Jorge Manrique y su padre
Estatua de Jorge Manrique en Segura de la Sierra (Jaén), donde tal vez nació. |
Jorge Manrique, en las Coplas a la muerte de su padre, hablaba de una "tercera vida" (al lado de la terrenal, que acaba con la muerte, y la eterna, que empieza con ella) o vida de fama: aquella que consiste en perdurar más allá de la propia muerte a través del recuerdo y de la fama conseguida. Y está claro que tanto él como su padre lograron esta tercera forma de existencia gracias sobre todo al poema excepcional en que se recoge la idea. Porque casi seis siglos después, aquí estamos, leyendo y comentando y recordando a Jorge Manrique y a su padre, el maestre D. Rodrigo, que siguen existiendo a través de ese poema, tan vivo y válido como entonces.
Pero no somos ni hemos sido los únicos. Qué va, ni mucho menos: a lo largo de estos seis siglos han sido muchos los que ecos de la obra de Manrique: desde Quevedo y su obsesión angustiada por lo efímero de la existencia y la llegada inevitable de la muerte con el pasar de la vida; a Machado y su imagen de la vida como un camino, como un continuo pasar, o a Federico García Lorca y su forma de elogíar a un torero amigo muerto en la plaza, al que compuso una elegía titulada "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías"
¡Qué gran torero en la plaza!
¡Qué gran serrano en la sierra!
¡Qué blando con las espigas!
¡Qué duro con las espuelas!
¡Qué tierno con el rocío!
¡Qué deslumbrante en la feria!
¡Qué tremendo con las últimas
banderillas de tiniebla!
O lo frecuente de las imágenes de la vida como viaje, o la vida como río y la muerte como mar, una constante en poemas, películas o canciones, como esta de Ataualpa Yupanqui "Tú que puedes vuélvete", que han interpretado voces como Mercedes Sosa o María Dolores Pradera:
Pero las propias Coplas han sido también convertidas en canción, por Paco Ibáñez:
Y también por Amancio Prada:
Pero el homenaje más claro, deliberado y decidido lo escribió el poeta granadino Luis García Montero en los años 80 y tiene algo de parodia, porque en vez de ser una elegía dedicada a un memorable caballero, habla de la muerte de un delincuente drogadicto. La tituló "Coplas a la muerte de su colega", aquí tenéis el texto, aquí las cuestiones planteadas sobre él y aquí la versión musical del grupo TNT:
Y si algo constata la popularidad de algo es, sin duda, la parodia. Aquí tenéis un artículo del periódico satírico El Mundo Today donde encontraréis muchos ecos clarísimos de este poema inmortal.
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