Poemas de Garcilaso
Aquí os dejo una selección (breve e inevitablemente injusta) de poemas de Garcilaso de la Vega, porque a los poetas se les conoce por sus poemas.
De los 40 sonetos que escribió, os dejo cuatro:
- El Soneto V (Escrito está en mi alma vuestro gesto...), precioso poema de amor dirigido a la amada, a la que sitúa como centro y motor de su vivir, y como creadora de su poesía. Casi nada...
- El Soneto XI (Hermosas ninfas, que en el río metidas...) en que Garcilaso recurre a un tema mitológico, el de las ninfas, hermosas y delicadas habitantes de bosques y ríos, para expresar su penar amoroso.
- El Soneto XIII (A Dafne ya los brazos le crecían..) donde desarrolla el mito de Apolo y Dafne (que se convirtió en laurel para evitar ser seducida), para expresar el propio dolor y sufrimiento amoroso. El mito, como casi todos los desarrollandos en nuestra literatura renacentista, parece tomado de las Metamorfosis de Ovidio.
- El Soneto XXXII (Estoy contino en lágrimas bañado...) donde expresa, con la elegancia y la contención característica de su época, el dolor desesperanzado por un amor inevitable e intenso... pero imposible.
Os dejo también algunos fragmentos delas tres Églogas de Garcilaso (poemas en que el poeta expresa sus sentimientos a través de la temática bucólico-pastoril, de origen clásico: pastores idealizados en el marco de una naturaleza también idealizada de acuerdo con el tópico del locus amoenus... El poeta latino más representativo del género es Virgilio):
- Por ejemplo, el fragmento de la Égloga II en que Garcilaso recoge también la influencia de Horacio con su Beatus ille, y ensalza la vida sencilla, en contacto con la naturaleza, en la que reside la verdadera sabiduría que lleva a la felicidad.
- En la famosísima Egloga I encontramos a dos pastores lamentando su situación amorosa: Salicio por el rechazo de Galatea, que lo ha dejado por otro, y Nemoroso por su adorada Elisa, que ha fallecido. La crítica insiste en que detrás de ambos pastores está el propio Garcilaso en dos momentos de su relación platónica e imposible con Isabel Freyre, la dama portuguesa al servicio de la reina esposa del emperador Carlos V. Serían, por tanto, unos sentmientos muy concretos de Garcilaso los que se expresan en estos versos, entre los cuales encontraréis preciosas expresiones de amor, dolor y búsqueda de consuelo. Solo tenéis que leerlos con un poco de calma y atención.
- En la Égloga III recurre de nuevo al motivo de las ninfas, que sitúa en el Tajo dedicadas a tejer telas que reflejan distintos mitos clásicos que tienen en común el amor desgraciado (Orfeo y Eurdídice, Apolo y Dafne -otra vez, sí-, Venus y Adonis)... Pero la cuarta teje su tela sobre otra historia de amor también triste, aunque en este caso actual: la de Nemoroso y su amada Elisa, que acaba por la muerte de la joven. Garcilaso sitúa así su propia historia, transmutada poéticamente, junto a aquellos grandes mitos clásicos, de acuerdo con las aspiraciones renacentistas.
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