¡Convénceme!

"Las opiniones son como los culos:
todo el mundo tiene una"
CLINT EASTWOOD


Os toca ahora argumentar, es decir, escribir un texto en que intentáis convencernos de una opinión vuestra. 

Como opinión es toda afirmación de la que también se podría afirmar la contraria,  para ayudaros a buscar un tema que os interese, aquí os sugiero unas cuantas cuestiones argumentables u opinables, es decir, de las que se puede estar a favor o en contra. Algunos son ya grandes clásicos de la argumentación. Como casi siempre, son sólo sugerencias; si alguien quiere opinar sobre cualquier otra cuestión, puede hacerlo:
  • La pena de muerte, ¿a favor o en contra?
  • La tauromaquia, ¿a favor o en contra? ¿tal y como es, o con modificaciones?
  • Consumo de alcohol entre menores de 18 años, ¿debe permitirse o no?
  • El aborto ¿despenalización, aborto libre y gratuito; sólo en algunos casos -¿cuáles?-, nunca, ¿deben poder las menores abortar sin permiso de sus padres?
  • ¿Es mejor vivir en una gran ciudad / es mejor vivir en un pueblo?
  • ¿Enseñanza obligatoria y común (igual para todos) hasta los 16 años /enseñanza diferenciada según intereses, capacidades, etc.?
  • ¿Se debe permitir la posibilidad de elegir sexo o determinadas características físicas de los hijos?
  • ¿Es mejor casarse, no casarse, casarse joven o mayor?
  • ¿Monarquía, sí o no?
  • ¿Es conveniente el vegetarianismo o el veganismo?
  • ¿Son necesarios los programas del corazón o los reality shows?
  • ¿Merece la pena estudiar una carrera universitaria?
  • ¿Son necesarios la cultura y el saber, aunque no tenga una utilidad práctica?
  • ¿Es necesaria la violencia? ¿Sí, no, en qué casos? ¿Sería posible una sociedad sin violencia?
  • ¿Es necesaria la regulación de los juguetes infantiles (bélicos, sexistas, educativos o no educativos...) o debería haber libertad total?
  • ¿Es necesaria la mentira? / Las mentiras a los niños ¿son necesarias o perjudiciales?
  • ¿Nuevas tecnologías: son ventajosas o perjudiciales? ¿Ganamos tiempo o perdemos tiempo con ellas? ¿Nos comunicamos más o nos aislamos?
  • ¿Los adolescentes deben tener libertad ilimitada o limitada? ¿En qué aspectos y en qué grado?
  • ¿Se debe permitir construir edificios en cualquier parte?
  • ¿Debe enseñarse religión en las escuelas?
  • Eutanasia, ¿sí? ¿no? ¿activa, pasiva, ambas, ninguna?
  • ¿Debería ser la educación sexual una asignatura?
  • Libertad de expresión, ¿total o regulada? ¿Cuáles deberían ser sus límites?
  • ¿Debe haber lecturas obligatorias?
  • ¿Debe regularse la forma de vestir en centros educativos? ¿Uniforme /libertad total?
Una vez elegido el tema y la idea central (es decir, la tesis concreta que vais a defender), os recomiendo que antes de lanzaros a escribir, os paréis a pensar en todos los argumentos posibles para defenderla. Recordad que en clase hemos mencionado muchos tipos que suponen otras tantas posibilidades (deducción lógica, autoridad, citas, datos y ejemplos, analogía, primera persona, emotividad, etc.), aunque que puede haber muchos más. Podéis hacer una "lluvia" de ideas previa, sin orden, pero tomando nota (ver las cosas "negro sobre blanco" ayuda siempre a clarificarlas y ordenarlas). También podéis intentar pensar argumentos que puedan rebatir los posibles argumentos contrarios a lo que vais a defender.

Luego pensad un orden, una estructura, deductiva o inductiva. Podéis empezar dejando clara vuestra tesis general, para luego ir desarrollando, de forma ordenada y coherente, enlazándolos por nexos y dividiendo en párrafos, los argumentos que antes habíais pensado; o bien podéis empezar dando argumentos concretos, para finalmente presentar vuestra tesis como una conclusión que se deduce de todo ello.  En todo caso, recordad que lo más útil es empezar por una introducción, seguir por un desarrollo claro y ordenado, y terminar con una conclusión en la que reforcéis o destaquéis aquello que creáis pueda resultar más convincente (que es vuestro objetivo al argumentar: convencer al que os lee, "venderle" que tenéis razón... y que os lo compre).

Una vez que tengáis los argumentos y la estructura, lanzaos a redactar con el objetivo claro de convencer. Para ello es primordial que "enganchéis" al lector (nada de ser aburridos o confusos). Intentad llamar su atención y que se meta en vuestro razonamiento. Luego, debéis hacerle pensar como vosotros pensáis, y para eso están los recursos retóricos: metáforas y comparaciones llamativas, elocuentes, expresivas, que destaquen una idea o apelen a la emotividad, interrogaciones retóricas para que se plantee lo mismo que vosotros os planteáis, adjetivos que hagan atractiva o contundente vuestra opinión, ironía, efectos humorísticos, enumeraciones enfatizadas por anáforas o paralelismos... Cuidad mucho, muchísimo, el final del texto (esto lo saben muy bien políticos y abogados, por ejemplo), porque si en otras cosas la primera impresión es la que cuenta, en las argumentaciones suele ser la última, porque es la que da el "sabor" con el que el lector se va a quedar en la boca.

Una vez que tengáis vuestro texto, es el momento de elegir un título, que  ha de ser también lo más llamativo y elocuente posible.

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