Palabra de Oscar Wilde

A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, 
y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.



Si usted quiere saber lo que una mujer dice realmente, 
mírela, no la escuche.

Lo menos frecuente en este mundo es vivir. 
La mayoría de la gente existe, eso es todo.


Estoy convencido de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deberíamos intentar vivir.


Las preguntas no son nunca indiscretas. 
Las respuestas, a veces sí.


Cínico: un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada.



Perdona siempre a tu enemigo. 
No hay nada que le enfurezca más.



La mejor manera de librarse de la tentación 

es caer en ella.



El trabajo es el refugio 
de los que no tienen nada que hacer.


La única diferencia que existe entre un capricho y una pasión eterna es que el capricho es más duradero.


Que hablen mal de uno es espantoso. 
Pero hay algo peor: que no hablen.


El hombre puede creer en lo imposible, 
pero no creerá nunca en lo improbable.


La sociedad perdona a veces al criminal, pero no perdona nunca al soñador.


El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices.

Nada que valga la pena aprender puede ser enseñado.



En estos tiempos los jóvenes piensan que el dinero lo es todo, 
algo que comprueban cuando se hacen mayores.


Es al espectador, y no a la vida,

lo que refleja realmente el arte.

Para la mayoría de nosotros la verdadera vida es la vida que no llevamos.



El cinismo consiste en ver las cosas como realmente son, y no como se quiere que sean.



Cuando la gente está de acuerdo conmigo
 siempre siento que debo estar equivocado.

Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad; si lo hiciera, dejaría de ser artista.

A mí dadme lo superfluo, 
que lo necesario todo el mundo puede tenerlo.

Todos estamos en la cloaca, 
pero algunos estamos mirando a las estrellas.


Cuando me da por pensar de noche en mis defectos, 
me quedo dormido inmediatamente.


Puedo resistirlo todo, salvo la tentación.


Discúlpeme, no le había reconocido: 
he cambiado mucho.


Mejor ser una estrella caída que no haber resplandecido nunca

En el arte como en el amor 
la ternura es lo que da la fuerza.


Ser natural es la más difícil de las poses.



Los libros que el mundo llama inmorales 
son los que muestran su propia vergüenza.


Resulta de todo punto monstruosa la forma en que la gente va por ahí hoy en día criticándote a tus espaldas por cosas que son absolutamente y completamente ciertas.


Experiencia es el nombre que damos a nuestros errores.



Si nunca se habla de una cosa, 
es como si no hubiese sucedido.

Como no fue genial, no tuvo enemigos.

Matar es una estupidez. 
Nunca debe hacerse nada de lo que no se pueda hablar en la sobremesa.


Sólo los superficiales llegan a conocerse a sí mismos.


Las pequeñas acciones de cada día 

hacen o deshacen el carácter.

Un tonto nunca se repone de un éxito.


El verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo invisible.

Los buenos terminan felices; 
los malos, desgraciados. 
Eso es la ficción.


Sólo podemos dar una opinión imparcial sobre las cosas que no nos interesan, sin duda por eso mismo las opiniones imparciales carecen de valor.


El escultor piensa en mármol.

Cada uno de nosotros tenemos en nosotros mismos un cielo y un infierno.

El dinero es como el estiércol: 
si se amontona, huele.

El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia.



El mundo ha sido hecho por los locos 
para los cuerdos


Sé tu mismo, los demás puestos ya están ocupados.

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