El libro de los libros: el Quijote
(Imagen: Joaquín González Dorao)
Unos van por el ancho campo de la ambición
soberbia; otros, por el de la adulación servil y baja; otros, por el
de la hipocresía engañosa, y algunos, por el de la verdadera religión;
pero yo, inclinado de mi estrella, voy por la angosta senda de la
caballería andante, por cuyo ejercicio desprecio la hacienda; pero no
la honra. Yo he satisfecho agravios, enderezado tuertos, castigado
insolencias, vencido gigantes y atropellado vestiglos; yo soy
enamorado, no más de porque es forzoso que los caballeros andantes lo
sean; y siéndolo, no soy de los enamorados viciosos, sino de los platónicos
continentes. Mis intenciones siempre las enderezo a buenos fines, que
son de hacer bien a todos y mal a ninguno: si el que esto entiende, si
el que esto obra, si el que desto trata merece ser llamado bobo, díganlo
vuestras grandezas,..."
MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA
"El ingenioso caballero D. Quijote de la Mancha" (1615), Capítulo XXXII
A principios del XVII aparece la obra literaria más influyente, leída, comentada y admirada de todos los tiempos, cuyo autor, Miguel de Cervantes, comenzó a escribirla como una obra menor, cómica, con la única, clara y concreta intención de acabar con los libros de caballerías, de los que es una parodia. Y efectivamente, lo consiguió, porque tras el Quijote ningún autor serio volvió a escribir uno de aquellos libros. Pero la obra fue mucho más allá. Lo que, seguramente, en principio iba a ser un relato corto, al estilo de los Novelas Ejemplares, fue cobrando vida, extensión y profundidad hasta convertirse en lo que es hoy: el libro de libros, sintesis de los relatos de su tiempo, realistas e idealistas (es una novela idealista situada en la realidad de la España del XVI) y una reflexión sobre la literatura en todos sus aspectos; una parodia que se puede disfrutar sin tener ni idea de cómo era lo parodiado, y la primera novela moderna, porque a diferencia de los relatos modernos no cuenta hechos sino vivencias, es decir, cómo los hechos afectan al personaje, que es lo que realmente importa.
El Quijote es la historia de un soñador que se atrevió a vivir su sueño, aunque ese sueño fuera una locura para el mundo en que le tocó vivir. Un soñador, que en cuanto tuvo que renunciar a ese sueño, enfermó para morir, pero cuyo sueño contagió y arrastró a muchos otros personajes a lo largo de las dos partes de las que consta la novela. El principal, Sancho Panza, un campesino bonachón cuya existencia se vio sin duda iluminada por la locura de su vecino, el hidalgo al que antes de la locura apodaban "el bueno" y que como caballero andante llevó el sobrenombre de "Caballero de la Triste Figura". Porque el Quijote, que mueve a risa y está escrito con una sonrisa, tiene un trasfondo de tristeza: la de tener que vivir en un mundo en el que los caballeros andantes, sus ideales, su heroísmo, su amor y sus aventuras solo pueden ser una locura.
El Quijote es un libro sobre la literatura, y sobre la sociedad en que surgió y vivió su autor, a caballo entre el optimismo renacentista y el desengaño barroco, y sobre la vida humana, que no es más que un pulso entre nuestros sueños y la realidad. Un libro ante todo divertido (y esa fue la principal razón de su éxito), pero que como quiso su autor, y expresó en el prólogo, puede tener (y ha tenido) muchas lecturas. Tantas como lectores. Quizás, algún día, tú encuentres la tuya.
Mientras tanto, y aunque es difícil señalar qué es lo importante en esta inmensa novela, que toca todos los temas, plagada de personajes, y momentos, y situaciones, y estilos, e ingredientes distintos, aquí os dejo lo fundamental que tenéis que conocer (y saber reconocer en los textos) de ella:
1.-Publicación
En
1605 aparece la 1ª parte de la obra con el título de El
ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
El éxito fue inmediato: hubo varias ediciones en ese año y los
siguientes. En 1615 aparece la segunda parte con el título de El
ingenioso caballero D. Quijote de la Mancha.
En los diez años transcurridos entre ambas, se publicó una segunda
parte apócrifa firmada por otro escritor con el pseudónimo de
Avellaneda. Este hecho molestó profundamente a Cervantes, que en su
obra de 1615 insiste (casi obsesivamente) en demostrar la falsedad de
esa novela, que influye así decisivamente en la creación de esta
segunda parte.
2.-Estructura
Diversos
aspectos confluyen en la estructuración de la novela:
1)
Las
dos partes.-
más que una división meramente externa, muestran grandes
diferencias
entre sí,
sobre todo en cuanto a la evolución de los personajes principales:
-En
la primera, don Quijote ve la
realidad transformada
por su imaginación caballeresca (donde hay molinos ve gigantes, por
ejemplo); en la segunda, en cambio, la ve como es y son los demás
personajes los que la convierten en aventuras caballerescas.
-En
la primera parte hay una serie de relatos
intercalados
(la novela del “Curioso impertinente”, la historia de los
pastores Marcela y Grisóstomo, la historia del cautivo, la historia
de Dorotea y Fernando), pertenecientes a distintos géneros de los
relatos idealistas del Renacimiento. Cervantes fue criticado por esta
ruptura de la unidad argumental y en la segunda parte se centró
únicamente en las aventuras de los dos personajes principales: D.
Quijote y Sancho.
2) Las
tres salidas.-
las dos primeras salidas se narran en la primera parte, la última en
la segunda. Hay un paralelismo claro entre ellas: preparación,
salida, serie de aventuras y vuelta a la aldea. Las tres vueltas a
casa son cada vez menos triunfantes, D. Quijote va siendo
progresivamente
derrotado por la realidad
y va perdiendo optimismo y empuje: la privera vez regresa armado
caballero; en la segunda enjaulado de forma humillante y en la
tercera se produce el derrumbamiento total del personaje y su ideal
caballeresco: vuelve derrotado por “el caballero de la Blanca Luna”
(que no es otro que su vecino el bachiller disfrazado), para morir
tras haber recuperado la razón.
3) La
parodia.-
es un elemento estructurador además de la técnica fundamental
empleada por Cervantes. La estructura es una parodia de los libros de
caballerías, y por ello sigue su disposición general en capítulos,
personajes, encadenamiento de aventuras, personaje itinerante, etc.
3.-Génesis e intención
Cervantes
afirma en el prólogo de la obra: “no
ha sido otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los hombres las
fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías”.
Y efectivamente, lo consiguió: tras su publicación, no volvieron a
escribirse. Pero el Quijote
trasciende
absolutamente esa sencilla intención.
Es muy posible
que la primera idea de Cervantes fuese escribir una novela breve (que
correspondería a la primera salida), pero después, viendo las
inmensas posibilidades que ofrecía la obra, la ampliaría hasta
lograr la profundidad y complejidad de esta novela universal.
4.-Personajes
En
la obra aparece una inmensa variedad de personajes, muchos de ellos
representativos de tipos propios de la época. Sin embargo, todos
están perfectamente individualizados.
Pero la maestría de Cervantes es especialmente relevante en la
creación de los dos protagonistas, que forman parte ya de la cultura
universal, y que han sido objeto de especial atención por parte de
la círitica.
D.
Quijote y Sancho
representan dos radicales y universales actitudes humanas: la
subjetividad frente a la objetividad, el idealismo
frente al realismo,
el idealismo frente al materialismo, el heroísmo frente al espíritu
práctico. Estas actitudes no sólo se dan en individuos diferentes,
sino que son dos tendencias profundas, presentes en el alma humana,
en lucha constante y predominando una u otra según la persona y el
momento. Quijote y Sancho simbolizan dos modos de ser, dos tendencias
a las que ningún ser humano escapa.
A
diferencia de los personajes de los libros de caballerías ( y de los
otros relatos de la época) los personajes del Quijote son complejos
y redondos. Lejos de los personajes tipo de las ficciones idealistas,
son seres individualizados,
con múltiples matices y en constante evolución.
Así, D. Quijote, a pesar de su locura, tiene momentos de gran
cordura y Cervantes pone en su boca agudas reflexiones sobre temas
importantes en la época (el tópico de las armas y las letras, por
ejemplo). Y a pesar de ser un personaje ridículo en muchos momentos,
en otros quedan ensalzados sus ideales heroicos, su valoración del
honor, el respeto, el amor o la ayuda a los necesitados. Del mismo
modo, Sancho, descrito en un principio como un campesino “de poca
sal en la mollera”, muestra en algunos pasajes la agudeza propia
del sentido común y la sabiduría popular ( por ejemplo, cuando
ejerce como gobernador en la falsa ínsula de Barataria)
Especial
atención merece la evolución
de ambos personajes, por su relevancia para el sentido de la novela.
A lo largo de la obra, y según se van relacionando, asistimos al
proceso de sanchificación
de D. Quijote y quijotización
de Sancho;
es decir, se va produciendo un entrecruzamiento entre realismo e
idealismo. En la primera parte, Don Quijote ve la realidad
transformada por su imaginación, mientras Sancho trata de avisarlo y
persuadirlo. El caballero va instruyendo a Sancho en el mundo
caballeresco. En la segunda parte, D. Quijote se acerca cada vez más
al mundo de la realidad objetiva: la ve como es y el resto de los
personajes la convierten en aventuras caballerescas. Al mismo tiempo,
va perdiendo empuje progresivamente. Además Sancho se ha acomodado
mejor a su amo y participa más de su mundo, llegando a vivir la pura
ilusión en la Ínsula Barataria. Todo ello desemboca en el
entrecruzamiento final del idealismo de Don Quijote con el realismo
de Sancho. Por tanto, hay un progresivo acercamiento de las posturas
inicialmente contrapuestas de don Quijote y Sancho
(idealismo-realismo) hacia un equilibrio e, incluso, entrecruzamiento
final. Don Quijote, enfermo, poco antes de morir, recupera la razón
y se arrepiente de su locura:
“-Perdóname,
amigo, de la ocasión que te he dado de parecer loco como yo,
haciéndote caer en el error en que yo he caído, de que hubo y hay
caballeros andantes en le mundo.
-¡Ay1
–respondió Sancho, llorando- . No se muera vuestra merced, señor
mío, sino tome mi consejo y viva muchos años. Mire no sea perezoso,
sino levántese de esa cama, y vámonos al campo vestidos de
pastores, como tenemos concertado”
A
pesar de la universalidad de ambos personajes, están completamente
individualizados: son personajes
concretos
que se van haciendo según van viviendo literariamente (como sucede
en la vida misma)
5.-Temas
Muchos
son los temas que aparecen a lo largo de la obra; pero los más
importantes son:
1.-
Lo caballeresco:
es el tema central de la obra, que aparece de varias formas: como
parodia
de los libros de caballerías, como locura
del personaje y como anacronismo,
ya que el ideal caballeresco que pretende resucitar el hidalgo va
contracorrriente en un mundo prosaico, materialista y lleno de lacras
que no puede asimilar dicha actitud. A pesar de la ridiculización
constante de los libros de caballerías, hay cierta
nostalgia de los ideales
que había detrás: el heroísmo, la defensa del amor, la igualdad,
la libertad, la justicia, la verdad, la honradez, la belleza, la
caridad.
2.-
El
choque entre los ideales y los límites que impone la realidad
(y
el choque entre fantasía y realidad).- tema relacionado con el
caballeresco, que subordina a todos los demás. En muchos momentos se
percibe la idea de que el que tiene ideales diferentes, aunque sean
elevados, es tomado por un loco. D. Quijote fracasa, y sus ideales
sirven de poco al situarse en una realidad prosaica.
3.-
El amor.-
aparece como un sentimiento
ideal
en el personaje de D Quijote: es una de sus motivaciones, y siente
por Dulcinea (a la que él mismo creó transformando a la labradora
Aldonza Lorenzo en un ideal) un amor platónico e idealizado,
totalmente literario, con rasgos del amor cortés. En las historias
secundarias
y en los personajes secundarios, se siguen los tópicos de la época
y se ambienta según los distintos géneros
propios de momento
(pastoril, morisco, etc.)
4.-
La
literatura.-
El Quijote
es
una obra
metaliteraria;
es literatura sobre la literatura, que aparece de varias formas: hay
diálogos entre los personajes sobre los libros de caballerías, se
cirtican géneros y obras concretas, en la segunda parte (1615) se
habla de la primera (1605) y del Quijote de Avellaneda... Por otra
parte, el narrador habla del proceso de creación, critica sus
fuentes, explica sus omisiones. Además, la obra habla también de
cómo se debe leer, respetando el “pacto de ficcionalidad”: don
Quijote enloquece por creer que son verdad histórica y real las
fantasías de los libros de caballerías.
6.-Técnicas y estilo
-La parodia: es la técnica fundamental y que afecta a todos los aspectos de la obra: estructura, capítulos, títulos, narrador, aventuras, lenguaje altisonante y arcaizante...
-La
ironía y el humor
-Diálogos
y monólogos:
el diálogo (abundantísimo en la obra, casi tanto como los
fragmentos narrativos) es el medio por el que los personajes se dan a
conocer y se relacionan como seres independientes y vivos.
-Perspectivismo:-
en la novela se produce un constante juego de perspectivas: la
variedad de perspectivas que confluyen sobre una misma realidad son
las que la definen. Por ejemplo, la combinación de varios “autores
ficticios” (el narrador cristiano, el traductor morisco, el
historiador moro Cide Hamete ); la multitud de visiones de los
personajes sobre una misma realidad (molinos/ gigantes, bacía
/yelmo)
-Juego
entre realidad y ficción:
Por ejemplo, se insiste en tratar a los personajes como reales, en la
historicidad de la historia; se mezclan elementos reales e históricos
en el mundo de ficción (mención a personajes históricos,
escritores, obras literarias.... aparece mencionado el propio
Cervantes, y en la segunda parte de 1615 aparece como un elemento más
la primera de 1605, que los personajes han leído y comentan)
-Riqueza
lingüística:
en la obra están presentes todos
los registros
(a veces parodiados), desde el más poético al más coloquial, desde
el más sublime al más humorístico.. Es especialmente importante el
uso del lenguaje como un elemento
caracterizador de los personajes:
D. Quijote utiliza el lenguaje aracaizante y altisonante de los
libros de caballerías; Sancho usa un lenguaje popular, abusa de los
refranes y se equivoca frecuentemente... Al final, Sancho utiliza con
soltura el vocabulario caballeresco y D. Quijote empieza a utilizar
refranes, de forma paralela a sus respectivas “quijotización” y
“sanchificación”.
7.-Significado
Dada
la complejidad y profundidad de la obra, se han dado múltiples
interpretaciones de la misma. Destacaremos tres:
1.-
Existencial.-
la obra plasmaría un aspecto universal de la existencia humana: la
constante lucha
entre los propios ideales y la realidad.
Se basa en el simbolismo
de los personajes de D. Quijote y Sancho y su evolución (aspectos
explicados más arriba)
2.-
Literario.-
El significado literario de la obra es también importante y
múltiple:
-Por
una parte, es una síntesis
crítica y práctica de
la narrativa de su tiempo,
fundiendo elementos de los relatos realistas y los idealistas, y
proponiendo un equilibrio entre realidad y ficción basado en el
concepto de “verosimilitud”
-Por
otra, la novela es una reflexión
sobre el propio proceso de creación
literaria
-Además,
su trascendencia literaria hacia el futuro es fundamental, ya que se
considera la primera
novela moderna
(precisamente por las diferencias que presenta con las novelas de su
tiempo): por la creación de un mundo novelesco completo y complejo,
por el afán de verosimilitud, por la evolución de los personajes
(característica fundamental de la novela moderna frente a los
relatos anteriores) , por la adecuación del lenguaje a los distintos
personajes, y por que su argumento narra una experiencia existencial
(la formación de la personalidad en contacto con el mundo, la
vivencia personal)
3.-
En
relación con su época,
la obra refleja la crisis
del imperio y de los valores caballerescos y militares, y la actitud
de una sociedad que asiste a los primeros síntomas de decadencia. El
anacronismo de D. Quijote y su ideal caballeresco es el anacronismo
de los ideales del Renacimiento ante la crisis del XVII, y su fracaso
es el
fracaso de esos ideales,
el mismo fracaso que originó el desengaño
barroco.
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