El Arcipreste de Hita y su "Libro de Buen Amor"
En la primera mitad del siglo XIV apareció un libro sorprendente y enigmático, la mayor parte en cuaderna vía (la estrofa usada orgullosamente por los clérigos cultos y moralizantes del Mester de Clerecía) y firmado por un tal Juan Ruiz, que además lo hacía expresamente con su cargo, el de Arcipreste de Hita (Guadalajara). Así que cualquier lector inmediatamente esperaría una obra culta y didáctica de la que extraer alguna enseñanza moral y religiosa. Pero leyendo el libro, titulado "Libro de Buen Amor" esto no es del todo así, de ahí que estemos ante una obra desconcertante, misteriosa y que no es fácil de incluir sin más ni más en el Mester de Clerecía, porque presenta muchas diferencias con las otras obras de esta corriente.
De su autor sólo tenemos los datos que podemos extraer del propio libro, y claro, no sabemos con seguridad cuáles son reales y cuáles son ficción.
TEMAS Y GÉNEROS
Se trata de una obra heterogénea, es decir, que mezcla muchos elementos, temas y géneros diferentes (serios y humorísticos, profanos y religiosos, morales y lúdicos, cultos y populares...) con un hilo conductor: una autobiografía amorosa ficticia. El libro está narrrado mayoritariamente en primera persona, y cuenta las aventuras amorosas protagonizadas por el narrador, o sea, el propio Arcipreste, que en algún momento se transforma en otros personajes .Pero dentro de este hilo conductor, la obra engarza muchos materiales y elementos diferentes y a veces casi opuestos:
- Las aventuras amorosas con catorce damas distintas (sí, a pesar de ser un miembro de la Iglesia) La más larga es la dedicada a Doña Endrina, en la que el Arcipreste aparece transformado en D. Melón de la Huerta y en la que interviene por primera vez Trotaconventos, su alcahueta o medianera, que le ayudará también en otras ocasiones.
- Debates con personajes alegóricos, como D. Amor
- Reflexiones morales (algunas son verdaderos sermones)
- Parodias de géneros medievales: la batalla entre D. Carnal y Dª Cuaresma es una parodia de la épica; las serranas (mujeres casi monstruosas) son parodia de las delicadas serranillas o pastorelas que aparecen en la lírica provenzal y castellana.
- Sátiras (contra el poder del dinero o contra lo relajado de las costumbres del clero, que no cumplía sus votos, especialmente el de castidad)
- Una elegía por la muerte de Trotaconventos, su alcahueta
- Consejos - aparte de consejos religiosos (las armas del cristiano contra el pecado), adapta el Ars Amandi de Ovidio, obra romana que es un manual para ser un buen amante, y donde ofrece todo un repertorio de consejos para triunfar en el amor
- Poemas líricos en versos octosílabos, tanto religiosos (cantigas a la virgen) como profanos (cantigas de ciego, por ejemplo)
- Una amplísima colección de ejemplos: historias breves con una moraleja, que llevaban un siglo circulando por la Península en traducciones para que fueran usados por sacerdotes en sus sermones, y que se van intercalando en toda la obra, por ejemplo, en los diálogos de los personajes.
En el Libro encontramos por tanto dos vertientes, dos facetas muy distintas y casi contradictorias:
- Una seria, religiosa, moralizante, típicamente medieval y acorde con el Mester de Clerecía y el cargo eclesiástico del autor.
- Otra vitalista, lúdica, divertida, en la que se habla del amor humano o se incluyen pasajes entretenidos o curiosos en los que es difícil ver una intención didáctico-moralizadora
SIGNIFICADO E INTENCIÓN
Estamos ante una obra ambigua, es decir, que se puede interpretar de dos formas distintas sin que quede realmente clara cuál era la intención del Arcipreste al escribirla, qué pretendía transmitir o enseñar al lector: El Arcipreste es consciente de esta ambigüedad (de hecho, dedica muchos pasajes a avisar al lector de que lea su obra con atención y la interprete con cuidado). Pero es que el propio Arcipresete busca esa ambigüedad. La obra va precedida por un prólogo en prosa en la que explica que él escribió el libro para "desenmascarar" el loco amor, el amor humano, mostrar sus trucos, sus engaños y peligros, enseñar al lector lo que no se debe hacer y que así este buscara el Buen Amor, que es el amor de Dios, presente en todos los pasajes religiosos, serios y moralizantes. Pero al final del prólogo añade:
"No obstante, como es cosa humana el pecar, si algunos quisieran —no se lo aconsejo— servirse del loco amor, aquí hallarán algunas maneras para ello."
Por lo cual. el libro puede tener dos interpretaciones igualmente válidas:
- Una religiosa, moralizante (teocéntrica): muestra los peligros del "loco amor", el amor humano, para que el lector busque el "Buen Amor", el amor de Dios. Hay composiciones religiosas y morales totalmente serias, y todas las historias de amor que se cuentan acaban mal.
- Otra lúdica, vitalista (antropocéntrica): la obra divierte y ensalza el amor, dando consejos y trucos incluso para triunfar en él. Hay muchos pasajes que es difícil relacionar con una intención moralizante y que incluso parecen estar ahí simplemente para divertir al lector.
El Arcipreste ofrece ambas y deja que sea el lector (o sea, nosotros) el que elija.
MÉTRICA
- El libro emplea mayoritariamente la cuaderna vía, la estrofa del Mester de Clerecía: cuatro versos alejandrinos, divididos en dos hemistiquios por una pausa central o cesura, con la misma rima consonante. Ahora buen, algunas son irregulares, con versos de 16 sílabas o rimas asonantes.
- Además, incluye composiciones líricas en versos octosílabos.
ESTILO
El libro se caracteriza por la amenidad y la agilidad narrativa (sobre todo en los pasajes lúdicos, vitalistas o divertidos), junto a otros en los que aparece una lengua culta, muy influida por el latín que está claro que el Arcipreste conocía y dominaba.
Son abundantes las enumeraciones, las comparaciones y metáforas expresivas, así como el uso de frases sentenciosas (parecidas a los refranes: oraciones que encierran toda una enseñanza).
Como los juglares, el Arcipreste muchas veces se dirige a los posibles lectores de su libro, e incluso anima a completarlo o modificarlo.
POR TANTO
El Libro de Buen Amor es, en todos sus aspectos, un mosaico o recopilación de temas, géneros, formas métricas y recursos medievales, y mezcla aspectos propios del Mester de Clerecía (el uso de la cuaderna vía, los temas religiosos, la -supuesta o no- intención moralizadora, pasajes cultos, cosas tomadas de textos escritos, el género de los ejemplos...) con otros del Mester de Juglaría (irregularidades métricas, pasajes divertidos, la parodia de la épica, la agilidad narrativa, el léxico o la lengua popular, la voluntad de que el libro sea modificado por los lectores...).
Aquí podéis leer un resumen y selección de algunos de los fragmentos imprescindibles de esta obra enigmática y fascinante.
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