La poesía de Juan Ramón Jiménez: su trayectoria poética


INFLUENCIAS E INFLUENCIA

La poesía de Juan Ramón Jiménez recoge y sintetiza influencias muy diversas: el Simbolismo francés, el Modernismo, la poesía popular, elementos de las Vanguardias,  el neorromaticismo becqueriano, la poesía clásica española e inglesa... Él asume elementos de todas estas corrientes pero transformándolas en algo nuevo.

 Como poeta, Juan Ramón Jiménez puede relacionarse con los principales movimientos poéticos del siglo XX: cuando comienza en la poesía, muy joven, lo hace vinculándose al Modernismo de sus predecesores, para luego evolucionar a una poesía más clásica, reflexiva e intelectual, en la búsqueda de una poesía esencial y desnuda, que lo aproxima al Novecentismo y la Generación del 14. Pero su poesía anuncia  ya nuevos rumbos, que se materializarán en la poesía de las Vanguardias y la Generación del 27 (a pesar de que terminarán distanciándose de él, con algunos enfrentamientos personales, incluso), e influirá en todas las corrientes poéticas hasta el 36, recuperándose en los 70.

UNA "OBRA EN MARCHA"

Esa actualidad permanente se debe a su constante evolución, a su afán de perfeccionamiento, que le llevaba a realizar múltiples revisiones de sus obras, a variar constantemente sus poemas, incluso prosificarlos, cambiar los títulos, algún verso, algún término... de tal modo que algunas veces el resultado llegaba a ser un nuevo poema. También tenía el hábito de la selección: él mismo preparó tres antologías de su obra, y sus libros Belleza y Poesía son un resumen de 20 libros inéditos. 

Desde mediados de los años 20 llegó a considerar su obra como provisional, y durante unos años no publicó ningún libro, porque sus obras no eran definitivas, y las iba publicando en revistas y cuadernos (a los que tituló Unidad, Obra en Marcha o Sucesión). Pretendía llegar a unificarlos para crear una "Obra total", que nunca llegó a publicar. Esta doble actitud de selección y perfeccionamiento, le llevó a rechazar una parte de lo que escribió.

Juan Ramón fue un poeta consagrado por entero a su obra, a lo que contribuyó su situación familiar (desde que comenzó a vivir con él, su esposa Zenobia Camprubí se mostró dispuesta a ocuparse de todos los aspectos cotidianos y prácticos para que su marido pudiera dedicarse por entero a su labor poética), pero también su carácter solitario y contemplativo, su personalidad marcada por la soledad , el aislamiento y la hipersensibilidad. De hecho, ese aislamiento le llevó a una poesía progresivamente hermética, por un lento proceso de abstracción, de esencialización, de búsqueda de la Belleza como sinónimo de lo Absoluto. Y de ahí proviene su imagen, a veces muy criticada -en algunos aspectos de forma injusta-, de poeta consciente y deliberadamente minoritario (él se situaba como parte de una élite intelectual, a la que dedicaba sus obras con expresiones que se hicieron proverbiales como "a la inmensa minoría" o "a la minoría siempre") encerrado "en su torre de marfil" (según su propia expresión), alejado y despreocupado de las cuestiones y problemas del mundo que le rodeaba, entre ellos, la situación social y política (aspecto que es desde luego muy matizable, pero "esa es otra historia, y deberá ser contada en otra ocasión").

CONCEPCIÓN DE LA POESÍA

El propio Juan Ramón dejó muchas reflexiones teóricas acerca de la poesía, que se encuentran dispersas en cartas, artículos críticos, prólogos, conferencias e incluso algunos poemas (esto se denomina metapoesía: poesía que habla sobre la propia poesía), y en ellas nos dejó explicada explícitamente su concepción de la poesía: Y para él, la poesía responde a un triple deseo: el deseo de conocimiento, el deseo de Belleza y el deseo de Eternidad. Y así, la poesía es conocimiento, es Belleza y es Eternidad.

"Mano con esfera reflectante"- 
M.C. Escher
-La poesía una forma de conocimiento: una vía de penetración y descubrimiento de las cosas para volver al yo, una forma de descubrir lo que hay tras las apariencias, la verdadera esencia, profunda e inmutable -es decir, eterna- de la realidad... O sea, Juan Ramón tiene una concepción metafísica de la poesía,

-La poesía es también una búsqueda de la Belleza, de infinito, una forma de alcanzar lo inefable, un goce exaltado de lo bello.

-Pero poesía es también un deseo de Eternidad, entendida esta como posesión de la Verdad y la Belleza (y así, esta idea engloba las dos anteriores). Esta búsqueda de eternidad es consecuencia de una angustia ante la fugacidad de las cosas, que llegará a superar a través de la idea de un Dios, identificado con la Naturaleza, la Belleza absoluta o la propia conciencia creadora, lo que infunde a su poesía, sobre todo en su útlima etapa, un profundo misticismo (y curiosamente, Juan Ramón, que sentía un profundo terror a la muerte, habló en alguna ocasión de la perpetuidad de su Obra, que habría de sobrevivirle cuando el muriera: "al lado de mi cuerpo muerto, mi obra viva", dirá en un poema)

 

Él entiende el acto creador como algo que parte de la intuición o el instinto, luego es interpretado por la inteligencia para que sea comunicable y termina siendo superado por la "inteligencia creadora", que crea nombrando, haciendo del poeta un creador, algo similar a Dios, porque puede crear un mundo por la palabra. El poeta busca esa palabra creadora esencial y justa, que revele la esencia de las cosas y la emoción del poeta ante ellas. De este modo, la poesía es  algo capaz de penetrar lo que se oculta tras lo aparente y el poeta es algo así como un vidente que capta y expresa esa esencia escondida y eterna de las cosas. La aspiración del poeta sería  ofrecer un microcosmos autónomo, capaz de revelarnos cosas desconocidas, y construido con palabras iluminadoras.

"Manos dibujando"- M.C. Escher

Como consecuencia de lo todo lo anterior, en su obra se percibe una búsqueda de desnudez, de sencillez, de esencialidad (progresivamente, se va suprimiendo todo lo anecdótico y accesorio, para que el  poema fundamentalmente sugiera) y también  una búsqueda de totalidad, de universalidad: un deseo de abarcar el mundo.

TRAYECTORIA POÉTICA

El propio Juan Ramón Jiménez, que era muy consciente de su evolución, describió su evolución, tanto en escritos teóricos como en alguno de sus poemas "metapoéticos". Concretamente, en este, de Eternidades (1918), dice:

Vino, primero, pura,
vestida de inocencia.
Y la amé como un niño.
Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes.
Y la fui odiando, sin saberlo.
Llegó a ser una reina,
fastuosa de tesoros...
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!
...Mas se fue desnudando.
Y yo le sonreía.
Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Y se quitó la túnica,
y apareció desnuda toda...
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!

Posteriormente, él mismo estableció tres grandes etapas para su poesía, que, con algunas matizaciones, siguen sirviendo de base para su periodización:

  1. ETAPA SENSITIVA- desde sus comienzos hasta 1916, aproximadamente.
  2. ETAPA INTELECTUAL- desde su Diario de un poeta recién casado (escrito en 1916 y publicado en 1917) hasta el exilio del poeta en 1936
  3. ETAPA SUFICIENTE O VERDADERA- desde su exilio en 1936 hasta su muerte en 1958

1.-ETAPA SENSITIVA (1900-1916)

Se corresponde, a grandes rasgos, con su etapa Modernista y Simbolista, con muchos ecos del postrromanticismo y una fuerte influencia de Bécquer en un primer momento. Aún así, no se trata de un bloque homogéneo, sino que se percibe cierta evolución que nosotros vamos a concretar en tres grandes momentos:

  • Sus primeros libros: Modernismo, Simbolismo y Postrromaticismo. Tras sus obra smás tempraras (Ninfeas y Almas de violeta) que la crítica rechazó y que el propio Juan Ramón llegó a repudiar, aparecen dos libros (Rimas, en 1902, y Arias tristes, en 1903), en los que se percibe un Modernismo intimista, muy influido por el Simbolismo francés y la poesía de Bécquer (nótese el clarísimo homenaje del primer título), pero que presenta una lengua más sencilla  y menos ornamentada que otros poetas de la época. En ellos  expresa de forma bastante intensa y transparente la nostalgia por el paso del tiempo, el sentimiento de soledad, las emociones de los amores tempranos y la presencia de la muerte (una de sus obsesiones). Los versos son cortos y sencillos (predominan los octosílabos y la rima asonante), con cierta influencia de lo popular y su musicalidad sencilla, acorde con un lenguaje bastante sobrio. En esta misma línea de poesía modernista, intimista y simbolista se encuentran los libros escritos hasta 1907: Jardines lejanos, Pastorales, Baladas de primavera.
  • Modernismo más formalista y ornamental- aunque sin llegar a los "fastos" de, por ejemplo, un Rubén Darío, en los libros escritos a partir de 1908 se percibe una intensificación en los rasgos formales del Modernismo y sus recursos característicos (búsqueda de la sonoridad, abundancia de adjetivación y cultismos, efectos sensoriales, imágenes, metáforas, sinestesias,  versos más largos, como el alejandrino -verso estandarte de los poetas modernistas...). Son lo que Juan Ramón denominó los "ropajes" modernistas. Pero aún así continúa siendo una poesía intimista, que indaga en los sentimientos del poeta y en sus vivencias filtradas por el recuerdo, y se intercalan ya algunos poemas más sencillos que anuncian la depuración posterior. En esta etapa se incluyen libros como Elejías, La soledad sonora, Poemas agrestes o Poemas májicos y dolientes, Sonetos espirituales. También se incluye aquí su obra más conocida y popular: Platero y yo, un libro de prosa poética que recoge con lirismo, exquisitez y delicadeza los recuerdos y vivencias de estos años en su pueblo natal, Moguer, para él siempre asociado a la infancia y su nostalgia.
  • Transición hacia una poesía desnuda: aunque ya dijimos que en algunos poemas de sus libros más ornamentados se percibe ya cierta tendencia a la sencillez y la desnudez expresiva, esto se intensifica en Estío (1915), en la que su poesía, tal y como él expresó, "se va desnudando": son mucho más frecuentes los versos cortos, los poemas breves, las rimas asonantes, la supresión de lo ornamental... que anuncia claramente la poesía predominante de su segunda etapa.

2.- ETAPA INTELECTUAL (1916-1936)

El gran cambio en la poesía juanramoniana se produce con Diario de un poeta recién casado, escrito en 1916 y publicado en 1917. libro que recoge una experiencia decisiva que cambiará también, en gran medida, su vida: su viaje a Norteamérica para casarse con Zenobia Camprubí Aymar, y el viaje de novios posterior, que supuso, entre otras cosas, un encuentro decisivo con el mar (de hecho, poeta lo "rebautizará" como Diario de poeta y mar, entre otras cosas, para que en el título figurara "Aymar", el segundo apellido de su esposa). Un libro que el propio poeta consideraba como el mejor entre los suyos y que abría nuevos  caminos para la poesía contemporánea en castellano. En él desaparecen los rasgos propios del Modernismo perceptibles en sus poemarios anteriores (el léxico inusual y llamativo la abundancia de adjetivación, los efectos sensoriales, los ritmos sonoros) y aparece una nueva forma de "poesía desnuda", depurada de elementos no esenciales y anecdóticos para centrarse en la expresión de conceptos y emociones de forma directa y condensada. Predominan los poemas breves pero muy densos, sin rima, con leves asonancias, uso del verso libre e incluso poemas em prosa. Además, comienza a utilizar procedimientos que luego emplearán las Vanguardias, como la inclusión de materiales de todo tipo, en principio no poéticos ( como anuncios o frases en inglés).

En sus siguientes poemarios, Eternidades (1918), Piedra y cielo (1919), Poesía (1921), Belleza (1923) continúa este proceso de condensación expresiva y búsqueda de la esencialidad, lo neto, lo puro, que curiosamente, hace estos poemas muy complejos y profundos. Su poesía se vuelve así conscientemente minoritaria (de ahí sus dedicatorias más habituales "A la inmensa minoría", "A la minoría, siempre". El poeta se entrega ahora a la búsqueda de la realidad profunda, escondida, esencial de las cosas, a indagar en los misterios del alma y del mundo, intentando hacer de la palabra una forma de conocer la realidad, de captar y  transmitir su esencia última y pura. Esta idea de la poesía como una forma de conocimiento es lo que hace que él mismo calificara de "intelectual" a esta etapa.

Esta etapa culmina con un libro que no se publicará hasta 1946, La estación total, en cuyo título se refleja ya la aspiración del poeta que culminará en su siguiente etapa: la posesión total de la belleza, la realidad, el ser, por encima del tiempo. El afán de eternidad y totalidad.

3- ETAPA SUFICIENTE O VERDADERA (1936-1958)

Ya en su exilio americano, continúa en esa indagación poética, centrado en su Obra como una  unidad en su conjunto, pero continuamente "en marcha", continuamente haciéndose: aparte de seguir escribiendo nuevos libros, corrige, pule, depura y ordena todo lo anterior, en una labor ingente que le absorbe apartándole del mundo y encerrándose cada vez más en sí mismo. 

En esta etapa, es muy frecuente  el uso de la imagen visionaria (que también utilizarán luego los poetas vanguardistas): una metáfora en la que la relación entre término real y término imaginario no se basa en la semejanza, sino que es establecida libremente por el poeta por una asociación personal y libre, que el lector ha de entender o captar desde la intuición y la sensibilidad, mas que desde la lógica. Predomina ahora además el uso del verso libre (el ritmo se consigue mediante la repetición de palabras, ideas y estructuras) y un lenguaje cada vez más denso, profundo y hermético.

De esta etapa final cabe destacar dos grandes libros:

  • En el otro costado (1942), que incluye un largo poema en prosa, "Espacio", considerado como la cumbre de su producción, en el que enlaza vivencias y preocupaciones del poeta sin un tema preciso  con el ritmo fluyente propio de la poesía.
  • Dios deseado y deseante (1949) constituye casi un solo poema que recorre un anhelo metafísico: la sed de eternidad que le lleva a la posesión de un "dios" (identificado con la Naturaleza, la Belleza o la propia conciencia creadora) que habita un mundo también creado por él. 
Aquí tenéis una presentación con algunos poemas representativos de cada una de sus etapas:

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