Imagina : la Edad Media (I)
Aquí tenéis algunas imágenes representativas de diferentes aspectos que tenemos que tener en cuenta para estudiar el primer período literario en el que vamos a adentrarnos: la Edad Media plena (en literatura, siglos XI-XIV, literariamente bastante diferente del siglo XV, que perteneciendo a la Edad Media muchos etiquetan como "Prerrenacimiento"), con una breve explicación de cada una debajo:
2.- La Edad media comienza cuando en el siglo V cae el Imperio Romano de Occidente definitivamente, tras una larga decadencia, a causa de la invasión de una serie de pueblos germánicos, económica y culturalmente mucho menos desarrollados que los romanos, y que de hecho, adoptaron la lengua, las costumbres y la religión (que ya era la cristiana) de los invadidos, pero que supusieron un retroceso marcado por la ruralización, la caída de la vida urbana, el comercio y las comunicaciones, y el aislamento. (3,4)
5.- A la Península Ibérica llegan varios pueblos (vándalos, alanos, suevos...), pero serán los visigodos (6) los que finalmente terminen controlándola y unificándola en un reino cristiano que, curiosamente, tomará la lengua latina y muchos aspectos de la cultura romana a la que invadieron.
7.- En el año 711, tropas del gran imperio musulmán que se había extendido por todo el norte de África entra en la Península por Gibraltar, y aprovechando la debilidad y conflictos internos de los visigodos, la conquistan fácilmente prácticamente en su totalidad, quedando sólo algunos reductos rebeldes cristianos visigodos (también llamados hispanorromanos, por ser herederos de la cultura romana en la antigua Hispania) refugiados en grupos aislados, que darán lugar a diferentes núcleos de resistencia que iniciarán por separado lo que luego se llamará Reconquista (retomar las tierras conquistadas por los árabes), de manera independiente y dando lugar así a diferentes reinos. Es decir: durante la Edad Media, en la Península no hay unidad política ni siquiera entre los reinos cristianos, que serán varios, cada uno con sus leyes, sus costumbres e incluso su lengua propia.
- Al Norte, los reinos cristianos, diversos y surgidos de aquellos varios grupos de resistencia primitivos. De oeste a este serán : Galicia (de la que independizará Portugal, culminando la Reconquista de su territorio hacia el sur por su cuenta), Asturias y luego León , Castilla, Navarra, Aragón y los Condados Catalanes (que terminarán formando parte de la Corona de Aragón). La estructura feudal (con nobles muy poderosos y escasamente sometidos a la realeza) será más intensa cuanto más al Este. (Castilla fue el último reino en surgir e independizarse de León, pero pronto se convertirá en el más poderoso y potente en la Reconquista por su poder militar. Castilla y León se separaron y unificaron varias veces)
- Al Sur, Al-Andalus, un estado musulmán que sufrirá varios cambios políticos y en los que había una civilización más urbana y abierta que en sus vecinos y enemigos del norte.
La frontera entre ambas zonas irá descendiendo a lo largo de los siglos. Ya en el siglo XIV, Al-Andalus quedará reducido al Reino de Granada, que resistirá apenas dos siglos hasta que los Reyes Católicos lo conquisten en 1492, terminando así la Reconquista y emprendiendo la tarea de unificar todos esos reinos cristianos y hacer que nazca así un estado moderno: España. El castellano , que ya había adquirido cierta preeminencia gracias al predominio militar de Castilla en la Reconquista, será la lengua oficial de este nuevo estado, relegando a la oralidad (y la decadencia) al resto de las lenguas peninsulares.
19. Esta situación impuso en la Península una situación de guerra constante durante toda la Edad Media que marcará en gran medida la vida, la estructuras económicas y sociales, y la cultura de todo el territorio (por ejemplo, por la importancia de la guerra y los elementos bélicos en la cultura medieval o la importancia de la influencia árabe, presencia muy importante en la Península con la que a pesar de ser enemigos, hubo un contacto continuado)
20, 21, 22, 23: La sociedad medieval es estamental, es decir, se divide en estamentos, grupos sociales rígidamente separados entre sí, y entre los que no hay ni movilidad (es prácticamente imposible cambiar de estamento) ni igualdad, ya que tendremos estamentos privilegiados y no privilegiados. Cada estamento, además, tiene muy clara y definida su función dentro de esta sociedad:
- Los estamentos privilegiados (que no trabajan para vivir, no pagan impuestos y además tienen acceso al poder político) son la nobleza y el clero:
- La nobleza es, sobre todo en un primer momento, guerrera: su función es precisamente defender al resto de la sociedad y vive inmersa en esa empresa que es la Reconquista, por ello, es tosca e inculta. Su poder económico reside en la propiedad de las tierras que van conquistando y por las que cobran rentas a los campesinos que las trabajan y que están así sometidos a ella. En la cúspide de la nobleza está el rey, al que se someten (en mayor o menor medida) los nobles y que ostenta el poder político. Según se vaya estabilizando la situación bélica al norte, irán surgiendo cortes estables en las que viven nobles ociosos gran parte del año y que comenzarán a dedicarse, entre otras cosas, a la cultura y la literatura, proceso que culminará en el siglo XV, cuando surge la literatura cortesana, hecha por y para los nobles, y que refleja perfectamente sus gustos e intereses.
- El clero, cuya función es velar por la salud espiritual del resto de los grupos sociales y enseñarles el camino de la salvación, es, sobre todo en un primer momento, el único estamento que puede dedicarse a la cultura escrita, de la que se convierten en depositarios pero que desarrollan de acuerdo con sus intereses, que son fundamentalmente religiosos, por lo que la mayor parte de la cultura y la literatura escrita anterior (la inmensa herencia cultural y literaria del mundo clásico grecorromano) se pierde.
- Los estamentos no privilegiados (deben trabajar y sostener a los privilegiados, han de pagar impuestos, no tienen acceso al poder político) serán:
- El campesinado: trabajadores del campo, algunos de los cuales viven, sobre todo en los primeros siglos, en un estado de semiesclavitud. Son casi propiedad de los nobles dueños de la tierra que trabajan, a los que están completamente sometidos, viven para trabajar y pagar impuestos. Por supuesto, no tienen acceso a la cultura escrita, por la que desarrollan su propia cultura y literatura popular y oral (de la que se conservan muestras puntuales, pero que mayoritariamente se ha perdido, precisamente por su oralidad) Sus condiciones de vida eran muy duras.
- La burguesía: en un primer momento, pequeños comerciantes y artesanos que viven de su trabajo y no están tan sometidos a la nobleza como los campesinos. Su mentalidad es muy diferente (mucho más práctica) y con el paso del tiempo y el desarrollo de las ciudades, sobre todo a partir del siglo XIV, algunos llegarán a amasar grandes fortunas, por lo que aunque económicamente puedan ser tan poderosos como los nobles, no tienen sus privilegios ni acceso al poder político. Por ello, serán la pieza que haga estallar el mundo medieval.
25- En este contexto, uno de los estamentos privilegiados, la nobleza, que en principio podría tener acceso a la cultura y la literatura escritas, va a estar, sobre todo en los siglos más tempranos, completamente dedicada a las armas: va a ser una nobleza guerrera e inculta, y sólo con el transcurso de los siglos, la estabilización de la situación sobre todo en los territorios del Norte, con una Reconquista consolidada, comenzará su acceso y su interés por la cultura escrita. Este proceso se acentuará sobre todo e n el siglo XV, cuando muchos nobles sean atraídos por los reyes a las cortes (y apartados de sus feudos, como un mecanismo de control por la monarquía) donde permanecerán ociosos gran parte del tiempo. Será entonces cuando el cultivo de la literatura entre a formar parte de los atributos de un buen noble (comienza ahora el ideal que triunfará en el Renacimiento de “las armas y las letras”) . En ese momento, veremos surgir cientos de nobles poetas, y el desarrollo de toda una corriente de literatura cortesana (poesía de cancionero, teatro pastoril, novela amorosa y de caballerías) hecha por y por los nobles, de acuerdo con sus gustos e intereses.
26, 27, 28 y 29- Será el otro estamento privilegiado, el clero, el que tenga acceso e interés por la cultura escrita. Los monjes, en las bibliotecas de los monasterios dedicarán gran parte de su tiempo a la tarea de copiar y transmitir obras escritas , entre ellas algunas literarias, en un proceso muy lento y costoso que solo invertirán en obras adaptables a sus intereses (enseñar la verdad, los dogmas y las normas religiosas). Ellos serán por tanto los depositarios de todo el legado de la literatura clásica grecorromana, que precisamente por ello se perderá mayoritariamente en la Europa occidental medieval (la cultura y la literatura clásicas son esencialmente paganas). Los monjes y los clérigos saben leer y escribir, y se convierten en “copistas” que en los monasterios copiaban laboriosamente a mano las obras que ellos consideraban que merecían ese esfuerzo e inversión (los materiales eran escasos y caros), que serán fundamentalmente obras religiosas, y alguna obra clásica pero que pueda adaptarse para transmitir alguna enseñanza cristiana. Por eso la mayor parte de los escritos grecorromanos (esencialmente paganos) no se copian y se pierden. Incluso alguno de los antiguos manuscritos se utiliza para sobreescribir sobre ellos obras religiosas (y estos manuscritos sobreescritos se llaman palimsestos, y permitieron conservan alguna obra clásica que se pudo recuperar por debajo de lo escrito encima) Solo con el transcurrir de los siglos irán accediendo otros estamentos (fundamentalmente los nobles, en algún caso la burguesía) a la cultura escrita . De ahí la importancia de los elementos religiosos en toda la cultura y sobre todo la literatura escrita medieval.
Ya en el siglo XIII surgirá una escuela literaria, el Mester de Clerecía, cuyos autores son clérigos (personas cultas, y casi siempre miembros de la Iglesia) que escriben obras literarias fundamentalmente narrativas y didácticas, en castellano, basadas, eso sí, en las fuentes escritas que los clérigos manejan.
32.- Un caso especial dentro de los grupos campesinos de la Península en la Edad Media eran los mozárabes. Eran los cristianos que se quedaron viviendo en territorio musulmán. Sólo tenían que pagar un impuesto especial y, por lo demás, se les permitía conservar sus costumbres, su religión, y su lengua, un latín que evolucionó con mucha influencia árabe hasta dar lugar al mozárabe, lengua romance de estos cristianos que desaparecerá cuando culmine la Reconquista, pero en la que encontramos las muestras literarias más antiguas en una lengua románica de la península: las jarchas de los siglos X-XI. Las jarchas son unas breves canciones populares femeninas que poetas cultos árabes o hebreos incluyeron al final de algunos de sus poemas (y así han podido llegar hasta nosotros)
33, 34, 35, 36 y 37_ parte importantísima de la cultura popular serán los juglares (que aquí vemos en lustraciones de la época y en recreaciones posteriores). El único medio de información y entretenimiento de los primeros siglos: artistas ambulantes que llevaban con ellos todo un espectáculo de música, canciones, piruetas, chistes y narraciones, y que actuaban en lugares públicos, viviendo de lo que sus espectadores les daban. Ellos formarán parte de la otra gran corriente o escuela literaria de los siglos XII y XIII, el Mester de Juglaría. En su repertorio llevarán los Cantares de Gesta, largas narraciones sobre las hazañas héroes castellanos en la Reconquista que, por su naturaleza popular y oral, se han perdido en su mayoría. Solo conservamos uno incompleto: el Cantar de Mio Cid, sobre la figura de Rodrigo Díaz de Vivar. (38)
39.- En un mundo rural de pequeños núcleos de población aislados, aparte de la guerra, el único motivo para viajar (toda una aventura en aquella época) va a ser religioso: las peregrinaciones a Santiago de Compostela (donde supuestamente estaba la tumba del Apóstol Santiago) moverán a gran cantidad de gente de toda Europa a través de las rutas jacobeas. Gente que hace paradas en el camino, que ha de ser alojada, y adquirir alimentos y otros bienes. Así, estas peregrinaciones, aparte de favorecer los intercambios culturales y la entrada de distintas influencias europeas, serán un motor para el desarrollo de las comunicaciones, el comercio y las ciudades, que irán creciendo a partir del siglo XIII y sobre todo, XIV.
40.- Durante los primeros siglos de la Edad Media, la única lengua que se escribe y se utiliza para cuestiones “serias” (cultura, literatura, leyes, juicios, religión, ciencia…) es el latín, que es la lengua escrita y de cultura incluso cuando ya las diferentes lenguas romances se han desarrollado y consolidado. Y eso ocurre porque la lengua escrita no cambia desde la época romana, pero la hablada sí, y así, llega un momento en que las nuevas lenguas romances se sienten como un latín mal hablado, adecuado vara la vida cotidiana y doméstica, pero no para cuestiones serias o prestigiosas, y desde luego poco dignas de un proceso tan caro, lento y costoso como era el de la escritura. No será hasta el siglo XIII cuando se empiecen a escribir, poco a poco, tímidamente y al principio solo para algunas cosas, los diferentes romances peninsulares.
41.- Sin embargo, las primeras muestras escritas del castellano son de los siglos X-XI: las Glosas Emilianentes y Silenses: anotaciones en castellano hechas en libros religiosos en latín, en las que un monje explicaba términos latinos que obviamente ya no comprendía empleando el castellano. Son, anotaciones ”para andar por casa”, no oficiales y con un carácter meramente práctico.
43, 44 y 45.- La mentalidad típicamente medieval es teocéntrica: Dios es el centro de la existencia humana, que se concibe con un tránsito efímero y perecedero hacia la vida eterna, donde el alma se salvará o se condenará eternamente de acuerdo con su comportamiento en este mundo, que aparece así como una “prueba” llena de trampas: los placeres, fuentes del pecado que llevan a la condenación eterna. Consecuencia de esta concepción es el ascetismo: el rechazo, el desprecio y la desconfianza hacia todo lo material y perteneciente a esta vida mortal, precisamente porque es efímero, termina con la muerte y puede llevar a la condenación eterna. De ahí el carácter moralizante del arte y la literatura medievales, que deben contribuir a enseñar cuál es la actitud y el comportamiento correctos para lograr la salvación y cómo evitar el pecado (el didactismo es un componente fundamental de cualquier producción artística medieval), y la importancia de todos los elementos religiosos incluso en obras que en principio no lo son. Porque la religión es el elemento central en la concepción de la vida y la mentalidad medievales.
46.-: Especial importancia tendrá el culto a la Virgen María durante la Edad Media, a la que se ve como una madre protectora e indulgente que puede mediar por la salvación de los pobres pecadores extraviados que aún así le muestran devoción. En el arte y en la literatura son muy frecuentes las obras marianas (es decir, en torno a la figura de María: los cuadros, tallas y esculturas de la Virgen, las colecciones de milagros de la Virgen en latín o en lenguas romances, o poemas que ensalzan su figura, como las Cantigas de Santa María de Alfonso X El Sabio)
47, 48 y 49.-: uno de los elementos característicos del arte medieval es el retablo: composición pictórica o escultórica con un tema común, pero formado por pequeños elementos o escenas independientes aunque relacionados (como una especie de “viñetas”) . Aquí podéis ver ejemplos de retablos religiosos dedicados al Espíritu Santo o a la vida de un santo con diferentes escenas de su vida (las hagiografías o vidas de santos que inciden especialmente en sus virtudes y milagros son muy frecuentes en la Edad Media), pero en literatura son también frecuentes esas obras que recopilan diferentes escenas o relatos independientes (las colecciones de Milagros, las colecciones de cuentos con una historia marco o el mismísimo y enigmático Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita siguen esta estructura)
- La importancia de la muerte, como fin de esta vida perecedera y por tanto banal, y comienzo de la verdadera, la eterna, en la que corremos el riesgo de sufrir para siempre si nos dejamos llevar por las tentaciones materiales, que son así una trampa mortal. La muerte termina con todo lo material e iguala a todos los grupos sociales, como revelan una serie de tópicos latinos muy presentes en el arte y la literatura medievales (como el vanitas vanitatis, el sic transit gloria mundi o el irreparabile tenpus fugit)
- El uso de alegorías y elementos simbólicos: elementos y personajes que representan ideas abstractas, frecuentísimo en todas las artes medievales, en las que casi todos los elementos tienen algún valor simbólico (precisamente por su afán didáctico y moralizador). En este caso, la Muerte aparece como un personaje amenazante, generalmente un esqueleto, que se lleva a los vivos después de reprocharles sus defectos y sus pecados).
51, 52 y 53.-: dentro de la arquitectura medieval queremos destacar tres grandes corrientes que tendrán también su reflejo en otras artes (y cierta relación con la literatura):
- 51: El arte románico, que predomina en los primeros siglos (hasta el XII) y corresponde a pequeñas construcciones generalmente religiosas pero de carácter rural: pequeñas iglesias o monasterios vinculados a poblaciones pequeñas o incluso construidas en montes o lugares de peregrinación. Muestra formas sencillas y con valores simbólicos (como la planta en forma de cruz, el tipo de arcos que se utilizan o las esculturas que se integran).
- 52: El arte gótico, mucho más urbano, grandioso y ornamental, que se corresponde con grandes construcciones (sobre todo catedrales) que se edificarán en ciudades y grandes núcleos de culto. Las formas son más complejas, puntiagudas y complicadas, y presentan elementos nuevos como las vidrieras o rosetones.
- 53: El arte mudéjar, que mezcla a la arquitectura cristiana elementos estructurales o decorativos de origen árabe, mucho más colorista y con un gusto especial por los mosaicos.
Comentarios