De amistades, paraguas y exámenes


 En el último examen se os pedía el comentario de la intención comunicativa del siguiente texto:

Recuerdo una simpática definición de la amistad que decía que los amigos son unos seres extraños que nos preguntan cómo estamos y se esperan a oír la respuesta. Mi experiencia va en ese sentido de estima  y cuidado, tal vez porque, aparte de la familia (el primer círculo de protección), he tenido la suerte de tener  amigos que me aman tal como soy, o a pesar de como soy. Amigos que me han acompañado en los días de vinos y rosas, pero sobre todo me han protegido en la diana. Como yo misma he hecho con ellos, en  una relación simbiótica basada en la honestidad y la lealtad. ¿Qué pasa, sin embargo, cuando un amigo  nos abandona en un momento delicado, o nos tira a los leones, y la garra de la deslealtad nos araña el  alma? Alguien en quien habíamos depositado confianza, sentimientos, horas de conversación, alegrías y  penas, relato de vida… Reconozco que no estoy emocionalmente preparada para la traición, tal vez porque tengo muchos defectos pero nunca sería capaz de abandonar a alguien querido. Y precisamente  por esa incapacidad de entenderlo, el sentimiento de decepción es capaz de derrotarme. Es como dejar de  creer durante unos segundos en la bondad y, en el vacío que crea, intentar chapotear en aguas movedizas que lentamente te hunden. Después la tierra vuelve bajo los pies, y nos alzamos y volvemos a creer en la complicidad, y en la amistad, y en dedicar tiempo a cultivarla. Volvemos a hacerlo porque así lo merecen  los amigos que nunca nos han fallado, y porque la decepción de uno no tiene derecho a borrar la lealtad  del resto. Será cierto, pues, que una amistad que se rompe bajo la primera lluvia nunca existió cuando  hacía sol. La próxima vez cogeré paraguas.

Aquí os dejo una presentación con algunos errores llamativos que habéis cometido, las principales funciones del lenguaje presentes en el texto y sus rasgos, y otras cositas sobre el examen (la oración analizada, y un "esqueleto" de la respuesta a las cuestiones sobre "La casada infiel"). Más abajo os dejo un modelo posible de comentario redactado, para que os sirva de referencia.

 

Estamos ante una columna de opinión, y por tanto, un texto expositivo argumentativo, en el que la autora reflexiona sobre la amistad para dar al lector su personal visión acerca de la misma y de su enorme importancia, que hace que cuando se ve traicionada el dolor sea inmenso, aunque cree que esto no debe hacer perder la fe en la amistad, sino ser prevenidos a la hora de considerar amigo verdadero a alguien. 


Como la intención básica es expresar esa visión personal y basada en la propia experiencia acerca de la amistad, la función que claramente predomina en el texto es la expresiva o emotiva, a través de la cual la autora transmite su subjetividad y sus sentimientos personales- Esto se percibe en el uso constante de la 1ª persona de singular a lo largo de todo el texto (tanto en verbos: recuerdo, he tenido, he hecho, reconozco, cogeré… como con el pronombre personal yo o el posesivo mi), el uso de adjetivos valorativos (simpática, extraños, delicado..) y otras expresiones que también expresan valoraciones subjetivas como he tenido la suerte, no estoy emocionalmente preparada, así lo merecen o no tiene derecho. Así mismo, expresan esa subjetividad modalizadores de duda (tal vez), formas verbales que expresan hipótesis (sería) o el futuro de probabilidad (será). También evidencia la importancia de esta función emotiva la presencia de léxico connotativo vinculado con las relaciones personales y emociones, tanto positivas (amistad, estima, cuidado, protección honestidad, lealtad, confianza, complicidad, bondad) como negativas (abandona, deslealtad, decepción, derrotar, vacío)


Pero el texto pretende también convencer al lector de la importancia de diferenciar a los amigos verdaderos para evitar ese sufrimiento que conlleva la traición de la amistad, y por eso está presente también la función apelativa del lenguaje, que intenta acercar o implicar al lector en el texto, en este caso, a través de la interrogación retórica (¿Qué pasa, sin embargo, cuando un amigo  nos abandona en un momento delicado, o nos tira a los leones, y la garra de la deslealtad nos araña el  alma? ), el uso de la 1ª persona de plural inclusivo (nos abandona, nos araña, nos tira, nos alzamos y volvemos a creer, nos han fallado). o la 2ª persona de singular generalizadora (te hunden)


Para hacer más elocuente, expresiva y convincente su reflexión, la autora utiliza muchos de los recursos de la función poética, que llaman la atención sobre el propio mensaje. Así, encontramos varias metáforas para describir la amistad (nos han acompañado en los días de vino y rosas, me han protegido en la diana, relación simbiótica) , la traición y sus efectos (nos tira a los leones, la garra de la deslealtad nos araña el alma, intentar chapotear en aguas movedizas que lentamente te hunden) y la importancia de estar alerta que expresan las metáforas finales del sol, la lluvia y el paraguas. Encontramos también enumeraciones de los elementos positivos que configuran una buena amistad (confianza, sentimientos, horas de conversación, alegrías y  penas, relato de vida…), que en algún caso se combinan con el polisíndeton (en la complicidad, y en la amistad, y en dedicar tiempo a cultivarla) e incluso la antítesis (alegrías y penas).


En el texto también se aportan datos objetivos sobre el tema, relativos a la definición de amistad  o a la experiencia personal de la autora, que se relacionan con la función representativa o referencial y que se ofrecen a través de oraciones enunciativas, verbos en 3ª persona,  modo indicativo, orden habitual de los elementos dentro de la oración (definición de amistad que decía que los amigos son.., se esperan a oír la respuesta, amigos que me aman, han acompañado, han protegido..) y alguna aclaración entre paréntesis (el primer circulo de protección).


Pero además en el texto es muy importante la función metalingüística: comienza con una referencia a una definición de la palabra “amistad”, y todo él es una reflexión sobre cuál es su verdadero significado y las consecuencias que ello tiene para cómo se han de afrontar las amistades para evitar sufrir.


Por tanto, en esta columna encontramos una reflexión personal sobre la amistad (de ahí que predomine la función expresiva), pero que intenta convencer a los lectores de tomar una determinada actitud ante ella, y por eso es muy importante también la función apelativa. Además, utiliza todos las posibilidades poéticas de la lengua para hacer más expresiva y convincente su argumentación, aportando algunos datos objetivos e incluyendo una reflexión sobre el verdadero significado de la palabra clave de todo el texto: amistad.

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