Gloria Fuertes: poeta de guardia, mujer de verso en pecho, isla ignorada

 

Gloria Fuertes nos ha contado su vida ella misma, en entrevistas, conferencias, charlas y sus poemas (aquí tenéis su célebre "Nota autobiográfica") pero mezclando siempre la poesía y la imaginación, por lo que a veces se complica saber qué detalles son realidad y cuáles invención:

Sabemos que nació un 28 de julio de 1917 en la calle de la Espada, en el Madrid popular de Lavapiés, en una familia muy humilde (padre bedel, madre costurera y limpiadora), que le hizo vivir una infancia con algunas privaciones (ella se recordará como una ”niña con zapatos rotos y algo triste porque no tenía muñecas”) y con una relación complicada con su madre, por la que al parecer nunca se sintió demasiado querida o ni siquiera aceptada. Desde pequeñita fue una niña solitaria (“mi primera amiga fue una muñeca que nunca tuve “) y diferente, que no encajaba por sus intereses y aficiones en lo que se esperaba de una niña. Muy pronto se aficionó a los cuentos, las palabras y los poemas, como principal compañía. Esa soledad y la consciencia de la propia singularidad serán dos aspectos que se verán reflejados ampliamente en su poesía a lo largo de toda su vida

Pasó por diversos colegios, alguno religioso, que no le dejaron demasiado buen recuerdo en la memoria. Con catorce años, su madre la matricula en el Instituto de Educación Profesional de la Mujer, donde aprende los saberes que se consideraban entonces adecuados para las mujeres: taquigrafía, mecanografía, higiene, puericultura… Pero ella tenía claro que sus intereses iban por otro lado, y logró matricularse también en Gramática y Literatura, afición que, al igual que los deportes, su familia no comprendía. 

Lectora y fabuladora precoz, pronto tuvo también clara su decidida vocación de escritora: de niña escribía cuentos en hojas que cosía con hilo, y publicó su primer poema solo con catorce años (acompañó a su madre en su trabajo como limpiadora en la revisa Lecturas y se dejó un poema, titulado “Niñez juventud vejez", sobre la mesa, que un redactor decidió publicar). En 1934, cuando ella tenía solo 17 años, muere su madre (“se fue cuando más falta me hacía”). y ella entrará a trabajar como contable en una fábrica de armamento. Pero continúa escribiendo poemas. 

Ya durante la Guerra Civil pierde a su primer amor, un obrero que figurará entre los desaparecidos. La guerra  la marcó profundamente y cimentó su espíritu de protesta; de hecho, el antibelicismo será otra constante en su obra.  Durante este periodo,  continúa trabajando  como secretaria y escribiendo los poemas del que será su primer libro de poemas:Isla ignorada (título que alude a como se sentía ella) que no será publicado hasta 1950.

 Y si en su infancia fue una niña diferente, también será una mujer diferente y rompedora con los estereotipos estéticos y conductuales que pesan (y pesaban todavía mucho más en aquellos años de oscuridad y posguerra) sobre la mujer. Gloria será una mujer aficionada a los deportes y la literatura, soltera empedernida, asidua de la vida nocturna madrileña, fumadora, bebedora, vestida con falda pantalón (que su hermana mayor le cosía) para poder ir en bicicleta o en moto,... Después ya, directamente con pantalón e incluso corbata. Fue feminista sin saberlo, en una época en que era una palabra prohibida, reivindicando lo vetado a las mujeres con su propia conducta ("Yo he sido feminista desde que era una niña, pero no lo he sabido hasta bien pasados los cincuenta años").


En los momentos finales de la Guerra y los iniciales de la durísima primera posguerra,  tiene su primera relación amorosa con una mujer, Chelo Sánchez Serrano, relación intensa que termina pronto transformándose en una profunda amistad que durará toda su vida.

Paralelamente a su trabajo como secretaria (que no dejará hasta 1958, a pesar de que lo odiaba), entra a trabajar como redactora de la revista infantil Maravillas en 1939 (cuando se lo ofrecieron, tuvo que buscar en el diccionario qué era una “redactora”), publicando cuentos y poesías para niñas, y comenzando así su larga y exitosa trayectoria como autora infantil, que en algún momento llegará a eclipsar, por su enorme popularidad, a su carrera, valía e importancia como autora para adultos. También colaborará con otras revistas, como Pelayos o  la femenina Chicas donde publica cuentos de humor.


Carlos Edmundo de Ory

1942 será un año importantísimo en su vida y su carrera, porque conoce al escritor gaditano Carlos Edmundo de Ory, fundador del Postismo, grupo poético marginal con el que estará muy vinculada durante algunos años (de hecho, colabora en revistas de este movimiento, como Postismo o Cerbatana, junto a oros escritores como Eduardo Chicharro) y que será una influencia fundamental para la configuración de su lengua poética. Con Carlos Edmundo mantuvo una apasionada relación (reflejada en algunos intensos poemas) que se romperá cuando él conozca a la que será su mujer. Y durante estos años 40 Gloria obtiene algunos premios y continúa publicando ( y recitando, por ejemplo, en la radio) para adultos y para niños,.

En 1950 funda, junto a Antonio Gala y otros escritores, la revista poética Arquero,  y en 1951, junto a Adelaida Lasantas fundará  el  grupo femenino Versos con faldas, que durante dos años recorre las calles y bares de Madrid ofreciendo lecturas y recitales. Estrena en 1952 su primera obra de teatro en verso, Prometeo,   con la que gana el Premio Valle Inclán. Continúa publicando: Antologia poética, Poemas del suburbio, uno de sus libros más clara y decididamente sociales, por lo que tuvo que publicarse en Venezuela (aunque la denuncia social estará siempre presente en su obra de una forma u otra) y otro de sus libros más celebrados: Aconsejo beber hilo, en el que ya desde el título se percibe la influencia del Surrealismo.

En 1955 comienza a estudiar inglés y Biblioteconomía en el Instituto Internacional de Madrid ("Dios me hizo poeta y yo me hice bibliotecaria"). Su profesora de inglés es la hispanista estadounidense Philys Turnbul, con la que mantuvo una relación de pareja hasta los años 70 y que fue quizás el gran amor de su vida (aunque tuvo muchos, porque Gloria era muy enamoradiza; tenéis más información sobre esta historia de amor, muchos años silenciada y recogida todavía en muchas biografías como "amistad", aquí). 

Gloria y Philys

En 1958, el mismo año que se ve obligada a publicar en Sudamérica Todo asusta (libro demasiado "conflictivo" como para publicarse en la España franquista) organiza junto a Philys una Biblioteca Infantil ambulante por pueblos pequeñitos a los que los libros no llegaban fácilmente. Ese mismo año ocupa el puesto de bibliotecaria en el Instituto Internacional, pudiendo dejar por fin el trabajo de oficinista que tanto aborrecía.. Publica En pie de paz en 1959 y en 1961, gracias a la ayuda de Philys, consigue una beca para impartir literatura en universidades norteamericanas, sin haber estudiado nunca en una universidad. En Estados Unidos estará dos años, y a su vuelta, en 1963, imparte clases de español para norteamericanos en el Instituto Internacional. Continúa cosechando premios y publicando, tanto para adultos (Ni tiro, ni veneno, ni navaja) como para niños (Cangura para todo). Ya en 1968 publica otro de sus libros mejor acogidos: Poeta de guardia. Philys muere de cáncer en 1971, un año después de que dejaran la relación, lo cual supone un golpe terrible para Gloria.

En 1972, una Beca March para Literatura infantil le permitirá dedicarse completamente a la literatura. Siguió publicando libros de cuentos como La pájara pinta, y La oca loca. Al año siguiente publica para adultos Sola en la sala y  poco después comenzará su colaboración con diferentes programas infantiles de Tve (como Un globo, dos globos, tres globos o La comenta blanca) que le darán una enorme popularidad y la convertirán en una escritora muy querida por los niños. De hecho, como escritora infantil recibirá numerosos premios, como el diploma el prestigioso Premio Internacional de Literatura Infantil Hans Christian Andersen (algo así como el Nobel de la literatura infantil)

En los ochenta, su popularidad es enorme y gracias a ella la vemos en televisiones, radios y periódicos, realizando lecturas, entrevistas, presentaciones, visitas a colegios, pregones, homenajes… Se afianza su importancia como autora infantil y su vinculación con los niños, aunque continúa escribiendo también para adultos libros como Historia de Gloria (amor, humor y desamor) o Mujer de verso en pecho (1995), libro dedicado a una mujer casada y con hijos con la que mantiene una relación medio secreta. Sale cada vez menos y su casa de la calle Alberto Alcocer, llena de objetos dispares y recuerdos, se convierte cada vez más en su refugio.

Tras detectarle un cáncer de pulmón, fallece el 27 de noviembre de 1998, a los 81 años. Dejaba una fortuna considerable que decidió devolver a los niños (gracias a los cuales, en gran medida, la había conseguido), ya que donó la mayor parte (unos 100 millones de las pesetas de entonces, mucho más que los 600.000 euros actuales) a la “Ciudad de los muchachos”, institución dedicada a acoger y ayudar a niños huérfanos..


Menospreciada por algunos (entre ellos, laureados escritores, a los que quizás -y dicen las malas lenguas- irritaba esa facilidad de Gloria para conectar con el pueblo que muchos no tuvieron jamás), ninguneada durante décadas por la crítica literaria en España y obviada en libros de texto y currículos escolares que como mucho la reducían a una mención anecdótica y marginal, Gloria era (y es) muy apreciada y estudiada por hispanistas estadounidenses, que la han situado siempre como una de las voces poéticas femeninas (y de las voces poéticas, sin más) más importantes de la literatura española de la segunda mitad del siglo XX, y no comprenden la poca atención que se le ha prestado en su propio país, donde se la conocía y valoraba casi exclusivamente  por su faceta de escritora infantil, que sobre todo a partir de los setenta llegó a eclipsar casi por completo  su poesía para adultos. 

Sjn embargo, fue muy reivindicada por figuras como el dramaturgo Francisco Nieva, compañero de Postismo, Jaime Gil de Biedma (miembro destacado con la Generación del 50, con la que se vincula a Gloria, y que en 1962 publicó una antología titulada Gloria Fuertes... que estás en la tierra, en la editorial Collioure), el "novísimo" Luis Antonio de Villena o el mismísimo Premio Nobel Camilo José Cela, que alguna vez llegó a confesar que le hubiera gustado escribir poesía como ella. Su Centenario en 2017 supuso una oleada de homenajes, reconocimientos, conferencias, estudios y publicaciones (como el delicioso "El libro de Gloria Fuertes", editado por Jorge Cascante) que han contribuido a la reivindicación de su figura y su obra estos últimos años, a la que a este blog (muy humildemente y aprovechando su inclusión entre los poetas seleccionados para la EvAU en Aragón, que nos ha hecho corroborar la escasez de estudios o materiales escolares sobre su poesía) le gustaría sumarse.

Va por ti, Gloria.

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