La renovación poética: de los "Novísimos" a la Poesía de la Experiencia


 LOS NOVÍSIMOS

A finales de los años 60, y como consecuencia del boom económico y cierta apertura social y cultural, por una parte,  y por otra, del cansancio de la poesía social con sus limitaciones temáticas y sobre todo formales, se inicia la búsqueda de nuevas formas poéticas: se generaliza un afán de experimentación, un culto a la forma (por encima del contenido), una reivindicación de la autonomía del arte (que se vuelve a considerar creación pura antes que expresión de sentimientos o comunicación) y la recuperación de muchas técnicas e incluso el espíritu de las Vanguardias de principios de siglo.

En 1970 aparece una antología realizada por José María Castellet, titulada Nueve novísimos  poetas españoles, que configura como grupo a un conjunto de escritores que pasarán a conocerse así, como los “Novísimos”, y entre los que encontramos a poetas como Manuel Vázquez Montalbán (Una educación sentimental, A la sombra de la muchacha sin flor), Pere Gimferrer (Arde el mar, La muerte en Beverly Hills), Guillermo Carnero (Dibujo de la muerte), Leopoldo María Panero (Así se fundó Carnaby Street, Teoría), Félix de Azúa, Vicente Molina Foix, Ana María Moix. A los presentes en aquella antología se unirán después otros como Antonio Colinas. 


La poesía de estos escritores se caracteriza por:

  • Preocupación formal: consideran la forma del mensaje poético (y no el contenido) lo definitorio y primordial de la poesía. Por ello, cuidarán sobre todo la forma (a diferencia de los poetas sociales), con una postura esteticista y una actitud de búsqueda y experimentación.
  • Culturalismo: aparición de numerosas referencias culturales, artísticas y literarias en sus obras, que van desde los clásicos, a artistas poco conocidos o referencias de los mass media y la cultura pop y sus iconos (Marilyn Monroe, los Beatles, Humphrey Bogart, Micky Mouse…), lo cual suponía hasta cierto punto una provocación. Reivindican la cultura adquirida como parte de la propia experiencia, y por tanto, como forma de expresar las emociones personales.
  • Recuperación de muchos aspectos de las corrientes poéticas de principios de siglo:
    • Comparten con el Modernismo el exotismo y el decadentismo: el gusto por los ambientes decadentes de viejas ciudades fascinantes como Venecia, el lujo, las fiestas, las civilizaciones antiguas (Grecia clásica, Bizancio … ). Utilizan esta artificiosidad cultural como forma de impactar al lector.
    • Recogen también la influencia de las Vanguardias, de las que toman el afán de experimentación y el uso de técnicas renovadoras como el collage (mezclar elementos de procedencia diversa, también de los mass media: publicidad, cine, cómic, cultura pop, que combinan con referencias cultas y elitistas), el juego con la disposición de los versos, la escritura automática y otras técnicas experimentales como la supresión de los signos de puntuación.
    • También es perceptible la influencia de muchos escritores de la Generación del 27, como Aleixandre o Cernuda.
    • Son herederos además de escritores extranjeros que indagaron en las posibilidades del lenguaje poético, como T.S. Eliot, Ezra Pound o los surrealistas franceses.
  • Metapoesía: es muy frecuente la poetización y la reflexión sobre el hecho de escribir poesía

LA POESÍA A PARTIR DE LOS AÑOS 80

A partir de la democracia, es difícil encontrar líneas claras en la poesía y es imprescindible hablar de una dispersión de tendencias, que quizás se debe a que la proximidad cronológica no nos permite tener suficiente perspectiva, y a que la proliferación de publicaciones poéticas, a veces pequeñas, complique aún más la nitidez del panorama. Aún así, se pueden establecer algunos rasgos comunes generales en la poesía de los últimos años del siglo XX, por ejemplo:

  • Rehumanización y recuperación del yo, tras el afán formalista y culturalista de los Novísimos.
  • Afán de comunicación: se abandona la actitud elitista inherente al culturalismo, y se intenta llegar cada vez a un público más amplio, con el que se trata de conectar y se buscan referentes en común (casi todos tomados de los mass media).
  • Se recupera el compromiso social y los temas existenciales, pero sin volver a la instrumentalización del arte: la poesía recoge las inquietudes del hombre contemporáneo con temas como la soledad, la marginación, la vida urbana o la alienación.
  • Metapoesía: poemas que juegan con la tradición, o que poetizan sobre el hecho de escribir poesía o se cuestionan la labor del propio poeta.
  • Ampliación del lenguaje poético, al que se incorpora el léxico cotidiano, incluso feísta o marginal   (presencia de las jergas, el lenguaje de la publicidad, del cine, del cómic). Es decir, se incorpora un lenguaje no convencionalmente poético.
  • Humor e ironía: a veces se huye de la trascendencia y se usa el humor como recurso para un cierto distanciamiento reflexivo.
  • En algunos casos se percibe la influencia del “Realismo Sucio”, tomado de los poetas anglosajones como Charles Bukowski: se incluyen en poesía asuntos y motivos no convencionales, alejados de los temas tradicionalmente poéticos con alusiones incluso a realidades sórdidas, marginales o delictivas presenten en una nueva realidad social Los protagonistas suelen ser  seres vulgares y corrientes que llevan vidas convencionales o cotidianas, expresadas de forma minimalista, especialmente sobria y parca en palabras (el poema se reduce a su “esqueleto”, a su armazón mínimo, eliminando cualquier adorno  o elemento no estrictamente necesario)En esta línea se encuentra, por ejemplo, la poesía minimalista de Karmelo C. Iribaren, que poetiza el desencanto y el fracaso vital.

Estas son las características comunes a varias tendencias poéticas (el Neosurrealismo, la Poesía del Silencio, la Poesía Épica, el Minimalismo) entre las que destaca, por su amplitud, su influencia y su persistencia en el tiempo la Poesía de la Experiencia.

LA POESÍA DE LA EXPERIENCIA

Ya sé que otros poetas
se visten de poeta,
van a las oficinas del silencio.
administran los bancos del fulgor,
calculan con esencias
los saldos de sus fondos interiores,
son antorcha de reyes y de dioses
o son lengua de infierno.

Será que tienen alma.
Yo me conformo con tenenerte a ti
y con tener conciencia.

(“Poética” Luis García Montero)



Tras la fiebre neovanguardista, el formalismo y la experimentación, en los años 80 llegó lo que Luis García Montero definió como la “normalización” de la poesía española, que contó con su propio manifiesto (“La nueva sentimentalidad”) firmado por poetas vinculados al círculo de Granada  en 1983: el propio Montero, Javier Egea y Álvaro Salvador, al que luego se unieron otros como Aurora Luque, Benjamín Prado o Ángeles Mora. También están vinculados con esta tendencia Luis Alberto de Cuenca (tras unos comienzos cercanos a los Novísimos), Felipe Benitez Reyes, Roger Wolfe, Carlos Marzal, Jenaro Talens o Jon Juaristi. 

Las principales características de esta poesía serán:

  • El enfoque social-realista: la poesía se centra en la vida y la expresión de realidades cotidianas, de sucesos banales (que sustituyen al culturalismo y el enfoque metapoético de los Novísimos) a través de los cuales se expresan emociones compartidas con el lector. Hay una preferencia por la ambientación urbana y la vida contemporánea que sirve de fondo para grandes temas universales (el amor y el desamor, el paso del tiempo, la amistad, la muerte…) y se ofrecen revisiones de tópicos tradicionales como el tempus fugit o el Carpe diem.
  • Se busca conectar con el lector (hay críticos que hablan de una “poética de la complicidad”). El poema es un lugar de encuentro y diálogo con él, abandonando el elitismo vanguardista anterior. En el poema narran experiencias, personales o no, que puedan ser comunes con el lector y se recupera ese sentido de la poesía como comunicación.
  • Sigue habiendo alusiones culturales e intertextualidad, pero desde el anticulturalismo y el antivanguardismo: el poeta persigue sobre todo la legibilidad.
  • Narratividad: muy frecuentemente, los poemas relatan historias, lo que relaciona este tipo de poesía con la música popular (especialmente, la de cantautor). Hay poemas, de hecho, que parecen letras de canciones, y muchos de estos poetas (Luis García Montero, Luis Alberto de Cuenca o Benjamín Prado) han colaborado con músicos como Quique González, Loquillo o Joaquín Sabina. Algunos de los poetas más jóvenes que continúan en gran medida esta tendencia son de hecho también cantautores.
  • Ficcionalización del yo: muchas veces el yo poético no es el autor, y el poema es un monólogo dramático pronunciado por un personaje inventado, incluso con presencia de un interlocutor. A veces se recurre a la 2º o 3ª persona, o a la 1ª de plural. Este recurso, tomado de poetas anglosajones, y utilizado ya magistralmente por Cernuda o Gil de Biedma, se llena ahora de elementos cotidianos y autobiográficos con los que cualquier lector se puede identificar, pero con su uso se atenúa el autobiografismo o el tono excesivamente confesional objetivando las vivencias personales y logrando la complicidad del lector.
  • Se recuperan influencias anteriores rechazadas por los Novísimos, sobre todo el Grupo Poético del 50 (que ya concebía la poesía como experiencia, sobre todo Jaime Gil de Biedma, Ángel González y José Agustín Goytisolo), la poesía social (especialmente Blas de Otero) y poetas del 27 como Alberti o Cernuda.
  • Se utiliza el verso libre pero también formas métricas tradicionales.
  • Es muy frecuente el coloquialismo, el uso de términos juveniles, urbanos, marginales o incluso malsonantes, y la presencia del humor, la ironía y la parodia.

"Ya sé que no es eterna la poesía,
pero sabe cambiar junto a nosotros,
aparecer vestida con vaqueros,
apoyarse en el hombre que se inventa un amor
y que sufre de amor
cuando está solo."

LUIS GARCIA MONTERO

Como siempre, os dejo una presentación con una selección de poemas de las principales tendencias (Novísimos, Realismo Sucio y Minimalismo, Poesía de la Experiencia) y un esquema con el "esqueleto" del tema: 

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